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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 RAGNARÖK: “Ragnarök” (1977)

Temas

  1. Farvel Köpenhamn (2:30)
  2. Promenader (4:40)
  3. Nybakat Bröd (3:01)
  4. Dagarnas Skum (8:07)
  5. Polska Fran Kalmar (0:46)
  6. Fabriksfunky (4:49)
  7. Tatanga Mani (4:34)
  8. Fjottot (1:23)
  9. Stiltje - Uppbrott (4:21)
  10. Vattenpussar (4:08)

Integrantes

  • Peter Bryngelsson: guitarras
  • Peder Nabo: pianos, flauta, guitarra acústica
  • Henrik Strindberg: guitarra eléctrica, flautas, saxo soprano
  • Staffan Strindberg: bajo eléctrico
  • Stefan Ohlsson: batería, percusión
  • Lars Peter Sörensson: batería, guitarra eléctrica

Ragnarök es el nombre de una de las “leyendas perdidas” (aunque actualmente recobrada por causa de su reciente reagrupación) de la escena progresiva sueca.

Grabado en 1976 pero salido al mercado al año siguiente, el disco debut homónimo es un catálogo de composiciones atractivas, altamente inspiradas en emociones intimistas y posiciones contemplativas. Dos son los esquemas sonoros que operan aquí: piezas acústicas de fuerte raigambre pastoral y piezas eléctricas muy suaves donde el núcleo performativo se basa en el jazz, siempre con tenor evocativo. Dos esquemas secundarios bien integrados en una idea musical general.

El disco comienza con un candor atrapante: la magia bucólica que emite ‘Farvel Köpenhamn’ a través de esos arpegios de guitarras acústicas y esos casi imperceptibles retazos de guitarra eléctrica me parece ineludible. Una epifanía

de melancolía meditabunda hecha sonido, ni más ni menos. ‘Promenader’ permanece

en este lindero evocativo, pero esta vez con un sonido un poco más urbano: de hecho, su esquema está más tirado hacia un jazz suave, abiertamente melódico, con ciertas cadencias blueseras sostenidas por los flotantes diálogos entre las

guitarras eléctricas y el piano eléctrico. El último solo de guitarra está elaborado en base a fraseos ensoñadores. El factor pastoral regresa a la escena

con el tema ‘Nybakat Bröd’, ejecutado a dos duplas, de guitarras acústicas y flautas, respectivamente. En medio surge una breve irrupción de acordes disonantes de guitarra eléctrica y susurros medio burlescos, un truco raro pero

efectivo en medio de la sencillez bucólica general. ‘Dagarnas Skum’ prosigue con este zigzag de pastoral y jazz lento, creando en su seno una cruza entre ambos elementos y con una prioridad del segundo. Si el lector se imagina una cruza entre la faceta más lánguida de Bo Hansson (“Lord of the Rings”), el aspecto intimista del Pink Floyd 1970-71 y el Focus más romántico, podrá hacerse una idea muy aproximada de la esencia nuclear de esta pieza. Tratándose

del tema más largo del disco, provee a Ragnarök de un espacio amplio para explayarse en su habilidad para crear ambientes reflexivos.

‘Polska Fran Kalmar’ es una breve pieza solista de flauta que opera como un preludio a ‘Fabriksfunky’, un guiño que hace el grupo a Brand-X y Weather Report en sus momentos más intimistas, aunque adecuándolo a su propia sonoridad

esencial. Creo que ahora voy a señalar una perspectiva puramente personal: si bien los temas pastorales cuentan con expansiones adecuadas, a mí me hubiese gustado que Ragnarök hubiese establecido mayores espacios para sus composiciones jazzeras, a fin de sacar mayor provecho de las vibraciones inherentes a las ideas musicales en juego. En fin, es solo una apreciación contrafáctica. Seguimos con el disco. ‘Tatanga Mani’ comienza con una primera motad centrada en un hermoso solo de guitarra acústica, el mismo que eventualmente lleva a un nuevo ejercicio de jazz suave, esta vez con una tonalidad de carácter fusión. Akkerman solía incorporar cadencias fusionescas a

la mitad del material acústico de Focus (la otra mitad estaba dedicada a la música de cámara y al Renacimiento), por lo que una nueva referencia a Focus no

viene desatinada en este momento de la reseña. ‘Fjottot’ es la pieza más “frívola” del disco: está basada en un breve juego de acordes de piano eléctrico a compás de Charleston. Le sigue la solemne ‘Stiltje – Uppbrott’, la cual comienza con una breve introducción clasicista de piano de cola y prosigue

con un motivo pastoral donde destacan la guitarra acústica y la flauta. La coda

nos lleva a un inesperado pero bien inspirado motivo de inspiración renacentista. Finalmente, ‘Vattenpussar’ ocupa los últimos 4 minutos del disco:

el etéreo casamiento de guitarra y piano eléctricos emula sonidos de gotas de agua cayendo sobre una superficie acuosa (el título significa “Piletas de Agua”). Una vez que el ensamble se une en bloque, el asunto se pone en clave de

jazz melódico, dando pie en cierto momento al lucimiento del saxo soprano en un

despliegue de energía cuidadosamente controlada. Un hermoso final para un hermoso disco – “Ragnarök” es un ítem que dignifica tremendamente a la añeja tradición art-rock escandinava, y desde luego, es infaltable en una buena colección progresiva con genuina afinidad hacia esquemas sonoros cálidos y pastorales.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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