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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 NAIKAKU: “Shell” (2006)

Temas

  1. Crisis 051209
  2. Ressentiment
  3. I Found a Deep Dark Hole and I Am Going to Jump In! There Will Be No Proof of My Existence in This Dark Abyss. No-one Will Find Me Here! I Have to Compensate for Being Born by the Redemption of My Life into Death. I Will Become a Commendable Entity and Stop All the Senseless Butchery and Useless Cruelty I Have Inflicted onto Other Souls. Right from the Start We Only Live in the "Now". But If We Even Stop to Think of the Here and Now, It Has Already Become the Past in a Twinkling of a Moment. In Turn, the Future is Pushing Against the Now and This Whole Perception as We Know It Soon Becomes the Past. To Try and Verify the Moment of "Life" is an Impossible Task. When Trying to Prove Life, It Becomes a Past Existence in Which There Are Too Many Memories. All in All, in the End Life and Death Are Exactly the Same. So I Am Going to Follow My Dream and Dive into My Chosen Fate!
  4. Lethe
  5. Shell (16:28)
  6. Tautrogy (3:46)

Integrantes

  • Satoshi Kobayashi: bajo
  • Kazumi Suzuki: flauta
  • Norimitsu Endo: batería
  • Mitsuo: guitarras eléctricas y acústica, trompeta

Colaboradores – Kei Fushimi (guitarra eléctrica), Daishi Takagi (teclados)

El ensamble japonés Naikaku se las trae: al igual que muchas otras bandas importantes de su país, Naikaku enarbola un ideario musical donde el núcleo ideológico apela a lo bizarro, lo demente, lo travieso, dentro de un esquema estilístico abiertamente aguerrido y consistentemente desafiante. Fue una de la bandas que más llamaron la atención dentro de la más reciente edición del BajaProg, y al escuchar éste, su segundo disco, no resulta para nada difícil adivinar por qué. Los principales referentes del grupo son el metal vanguardista (afín hasta cierto punto a Indukti), el rock in opposition, la psicodelia crimsoniana, el prog metal, el math-rock, el jazz-rock de tendencia moderna, todo ello nutrido por aires inconfundiblemente orientales. El grupo sabe crear arrebatos de pura energía rockera sofisticada sin por ello entorpecer las vías de acceso de la flauta a una posición central dentro de los vuelos instrumentales, casi siempre alucinados hasta traspasar el punto de neurosis alarmante.

El primer cuarto de hora y pico está ocupado por ‘Crisis 051209’, el cual empieza con un frenesí fusionesco exótico, marcado inicialmente por la dupla de tambores y flauta, para que luego el grupo en bloque se asiente. Con el aporte de dinámicos arreglos progresivos a las variantes que surgen a partir del motivo de entrada, el grupo pasa a una agresiva sección ad limitum, no muy larga y no excesivamente esquizoide, pero sí perturbadora, sin perder un ápice de distinción. Luego sigue una porción semejante a un Don Caballero crimsonizado, tras la cual emerge una retorcida y entusiasta sección de corte prog metal. Más adelante, las cosas viran hacia un parentesco con el KC ochentero (!hay que ver cómo hace Kobayashi para hacer que su bajo se asemeje un tanto al Stick!), antes de que la flauta inunde con su inherente candidez el motivo de cierre (?se puede usted imaginar a Don Caballero desarrollando un jam relativamente sencillo con el flautista de Solaris como invitado? ). Este excelente tema ha de dejar al oyente con la boca hecha agua, lo cual no supone un problema, pues lo que sigue a continuación sigue exponiendo el largo alcance que tiene el ingenio musical existente a través de la fruición desarrollada por los cinco instrumentistas. ‘Ressentiment’ es puro prog metal apoyándose en su propia esencia pesada, aunque la base rítmica hace abiertos coqueteos con el jazz-rock (una vez más, la influencia de Damon Che de Don Caballero), mientras que la flauta emite unas líneas hindúes con cierta rasposidad controlada. Al llegar a los 3 ¾ minutos, nos encontramos con un interludio que a veces parece un tributo a la emblemática sección intermedia de ‘Starless’, aunque con aires de Holdsworth en algunos fraseos de la guitarra solista. !Y qué decir de ese solo de flauta con vibrato distorsionado! – un sonido casi extraterrestre. El tercer tema porta un estrambóticamente largo título que no repetiré aquí, pero puedo decir que su espíritu lúdico y coqueto no se condice con el minucioso manifiesto suicida expuesto de manera tan pasmosa en el título. Ya desde el punto de entrada hay una pauta rítmica ágil que sirve de base para los coquetos duetos de flauta y trompeta: imaginemos música para gags de cabaret a ritmo de jazz. El bajo complejo y preciso halla en la batería de Endo la perfecta compleción de la sección rítmica ideal para un grupo tan exigente como éste. Las cosas se van tornando paulatinamente más psicodélicas desde la vertiente espacial, mientras que la dupla rítmica sostiene su consistente cadencia jazzera.

Los siguientes nueve minutos están ocupados por ‘Lethe’, una pieza donde Naikaku explora con mayor ímpetu su faceta jazz-fusión: este tema puede describirse (con todas las imprecisiones técnicas del caso) como una partitura perdida de Kenso rescatada y registrada por un combinado de músicos de Djam Karet y Don Caballero: así es la serie dinámica de florituras contenida en la base melódica, así es el despliegue de fuego muscular en las ejecuciones. El ambiente general de la pieza se centra en la cadencia melódica de los motivos principales, pero también cabe destacar la emergencia de un pasaje francamente esquizofrénico en el que se crea un angustioso falso clímax donde el delirio y lo absurdo se conjugan en una amalgama poderosa. El tema homónimo, con sus casi 16 ½ minutos de espacio, es el más largo del disco. En su seno se cobija una trama bien articulada de motivos que oscilan entre la vanguardia crimsoniana contemporánea, el math rock, el prog metal y el jazz-fusión en una ilación tan delicadamente armada que los cambios no se notan en el preciso momento. Curiosamente, la sección de entrada tiene una densidad grisácea y misteriosa para nada ajena a la escena escandinava de los primeros 90s (Anglagard, Anekdoten), y es la misma con que se cierra el tema antes de las voces radiales finales. El disco culmina con el tema más breve, ‘Tautrogy’, el cual se concentra en generar un excitante híbrido entre lo espacial y lo metalero de una manera más celebratoria que misteriosa o mística, más cercana a Djam Karet en su faceta extrovertida que a la onda de Ozric Tentacles o a la tradición de Hawkwind, por poner dos ejemplos particularmente llamativos.

Naikaku es un grupo muy elogiado en mil y un sitios web dedicados a la difusión del progresivo, y no es para menos: yo solo conozco este disco “Shell”, y recomiendo éste y el otro (“Wheel of Fortune”) a ojos cerrados.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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