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 KRAFTWERK: “The Man-Machine” (1978)

Temas

  1. The Robots
  2. Spacelab
  3. Metropolis
  4. The Model
  5. Neon Lights
  6. The Man-Machine

Integrantes

  • Ralf Hutter: sintetizadores, voz, vocoder
  • Florian Schneider: voz, sintetizadores, vocoder
  • Karl Bartos: percusion electronica
  • Wolfgang Flur: percusion electronica

Este es el tercer trabajo producido por la alineacion que se estreno en el disco “Radio-activity”, y podemos ver por los solidos resultados evidentes al oido, que ya Kraftwerk afianzo con total firmeza su voz propia dentro de la vertiente mas radicalmente electronica del krautrock. Kraftwerk ha logrado controlar el manejo de las amalgamas sinteticas con una robustez inapelable. Esto los lleva a establecer una cierta filiacion con la linea musical que estaba en boga en la escena pop europea, pero “The Man-Machine” no es, per se, un disco pop, sino un cantico fastuoso al contexto cibernetico de un posible futuro urbano. Un factor que ayuda ciertamente a Kraftwerk a concretar sus ambiciones artisticas reside en los aportes compositivos de uno de los percusionistas, Karl Bartos, quien recien llevaba tres años en el grupo. En este disco no son pocas las veces que el utiliza sus intervenciones percusivas de forma gravitante para la dimension melodica del actual repertorio, permitiendo asi que las labores habituales de Hutter y Schneider se beneficien de un enriquecimiento extra – los temas 1, 3 y 6 son los que mas frontalmente evidencian el aporte individual destacado de Bartos en las percusiones electronicas, aunque Ralf Hutter y Florian Schneider siguen estando a cargo de la direccion conceptual del repertorio.

Hay muchos momentos en que casi parece perderse la linea que separa el retrato de la maquina de la maquina retratada misma, dada la apariencia robotica que tiene la musica misma. Esto se nota de entrada en el primer tema, ‘The Robots’, una autentica oda a la funcionalidad del humanoide ideal. Otro factor musical que se puede advertir en la escucha de este disco es el uso estilizado, y en varios pasajes, casi orquestal de los sintetizadores, creando un aura de fastuosidad, como si la urbe futura fuese una especie de castillo dorado que ostenta su propio esplendor. ‘Spacelab’, ‘Metropolis’ y ‘Neon Lights’ (la mas larga del disco, con sus 9 minutos de duracion) son las piezas que mas claramente exponen ese aura a traves del uso bien trabajado de las complementaciones y contrapuntos melodicos que emergen de las atractivas lineas melodicas, mientras que la seccion ritmica sostiene un esquema arquitectonico a la vez solido y etereo. El sonido de Kraftwerk se ha tornado menos rigido que en los dos discos anteriores, siendo asi que se nota un cierto candor, un indicio inequivoco de la sensibilidad humana que opera detras de la maquinaria sonora, dirigiendola a traves de sus viajes electronicos. De las tres piezas que acabo de mencionar, mi favorita es ‘Neon Lights’, siendo tambien mi favorita de todo el repertorio que conozco de Kraftwerk hasta el dia de hoy. Debe hacerse una mencion especial a su seccion final, en la cual una serie de capas armonicas (inicialmente ejecutadas de forma mas breve en el interludio) se van acumulando y armonizando con otras capas nuevas, creando la sensacion de que las luces de la ciudad se van iluminando de forma orquestada ‘ad infinitum’, con una vivacidad esplendorosa. Justo antes de este numero tan ambicioso viene el mas simple, ‘The Models’, el cual sirvio como single promocional; incluso su version re-editada del año 1981 alcanzo el No. 1 en los charts britanicos. Obviamente, se trata de un tema esencialmente pop, con un gancho glamoroso pertinente para provocar un baile en una discoteca o permitir al oyente regalarse un momento de escucha agradable sin mas – pero yo prefiero verlo como un tema corto y bonito, sin tomarlo realmente como un placer culpable. La pieza homonima cierra el disco, retornando a la dimension robotica que habia sido presentada al principio con ‘The Robots’. Tambien nos retrotrae al espiritu aspero que se habia hecho presente en buena parte del disco anterior, “Trans-Europe Express”, pero conservando un aura lo suficientemente estilizada como para mantener una conexion consistente con el resto del repertorio.

Ahora debemos tal vez plantearnos la pregunta que se plantea en varios e-zines progresivos: ?que hace un album como “The Man-Machine” en un sitio web como este? Bueno, la verdad es que este material no se acomoda totalmente a los estandares progresivos, y ni siquiera a las vertientes mas recurrentes del krautrock, y es verdad tambien que la propuesta sonora de “The Man-Machine” se situa mas como un paso adelante en el forjamiento del movimiento tecno-pop que como una perpetuacion de la ideologia progresiva (si es que existe tal). Pero, con todo, este no es un disco normal de pop, pues las amalgamas creadas por los teclados y sostenidas por la interaccion de los diversos artilugios percusivos electronicos exhiben una riqueza musical sutil y, a la vez, patente, y es aqui donde el fan progresivo puede depositar su atencion y concentrarse en las ambiciones artisticas del material, del mismo modo que puede hacerlo con los discos de Vangelis y Jarre de esta misma epoca. En fin, esta es, EMHO, la obra cumbre de Kraftwerk en tanto que refleja un punto culminante de su experimentacion concreta en el contexto de la musica popular contemporanea.

Cesar Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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