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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 ICONOCLASTA: “Soliloquio” (1987)

Temas

  1. Cuando la Música Era Espiritual y No Física, O el Adivino del Último Periodo de Paz
  2. Solo Tu Fruto
  3. 7:19
  4. Soliloquio

Integrantes

  • Victor Baldovinos: batería, percusión
  • Nohemí d'Rubin: bajo
  • Ricardo Moreno: teclados, guitarras
  • Rosa Flora Moreno: teclados
  • Ricardo Ortegón: guitarra solista

Colaboradores – José Luis Romero (saxos en 3 y 4), Laura Vázquez (canto en 2, 3 y 4), Rosa Echeverría de Moreno (canto en 1), Alexandro González (flauta en 3), Arturo Guisar (canto en 3)

Tercer larga duración de esta emblemática banda progresiva mexicana – “Soliloquio” viene editado en CD junto con el material de su EP “Suite Mexicana”. Por ahora nos limitamos a “Soliloquio”, una hermosa obra musical donde Iconoclasta se concentra con especial ahínco en explorar las peculiaridades de insuflar la faceta más grácil de lo folklórico en el esquema sinfónico fastuoso que el grupo ha hecho germinar y madurar en sus dos anteriores elepés. En esto se puede decir que el disco que ahora nos ocupa arrastra la onda expuesta en el mencionado EP “Suite Mexicana”, pero no se trata tampoco de un factor abrumador: tenemos aquí coloridos y cadencias de la cultura mestiza mexicana, pero en lo que se refiere a la sensibilidad melódica y la estructura rítmica de las piezas, Iconoclasta se aferra a su ideología progresiva sinfónica de manera muy semejante a su primer disco.

El disco comienza con una pieza de título largo, ‘Cuando la Música Era Espiritual y No Física, O el Adivino del Último Periodo de Paz’, un título ciertamente plagado de añoranza. Y justamente es añoranza el sentimiento predominante en el pasaje inicial de suaves cortinas de teclado y canto femenino; con el ingreso de un interludio de corte marcial, el ensamble entero se va armando hasta ingresar en el cuerpo central de la pieza, un canon majestuoso en su ambientación y ágil en las líneas de sintetizador, las mismas que en última instancia son complementadas elegantemente por la primera guitarra. La sonoridad está emparentada por dos frentes, el Wakeman del “Criminal Record” y el estándar de Camel, aunque se nota inconfundiblemente la vibración melódica que Iconoclasta ya ha hecho suya a lo largo de su obra precedente. ‘Solo Tu Fruto’ mantiene una sonoridad y ambientación prácticamente idénticas, pero el tenor general de la idea central es más meditativa, lo cual provoca que una explotación más minuciosa del potencial de solemnidad en las capas, orquestaciones y fraseos de los teclados duales a cargo de los hermanos Moreno. ‘7:19’ lleva las cosas hacia un ascenso de vibraciones sonoras más patentes, amén de una actitud más sensible a ciertos aspectos de inspiración folk-fusión: el esquema sinfónico que el grupo elabora con tanto detalle no oculta esto último. Los solos de guitarra instilan unos aires rockeros bastante eficaces, mientras que las líneas de flauta y saxo que salen al frente a su debido momento añaden una saludable diversidad. La segunda mitad del disco está ocupada por la suite homónima, la misma que dura todo un cuarto de hora. Esta pieza condensa las ambientaciones pletóricas del tema 3 y la estilización controlada del tema 1; también creo notar en sus pasajes más solemnes un parentesco con la suite del disco “Reminiscencias”, pero los dos aspectos anteriormente mencionados son los definitivamente predominantes. Un defecto general de todo el disco como producto está en su plana producción de sonido, la misma que hace que en algunas ocasiones unos instrumentos opaquen a los demás, y en otros, que todos salgan al frente al unísono sin atender a los matices que seguramente los músicos elaboraron en sus arreglos y ensayos. Pero con todo, cabe decir que se puede notar en la suite un manejo inteligente de las expansiones sobre los varios motivos que se van sucediendo, con unos teclados duales que asumen un protagonismo bien articulado, y una excelsa labor percusiva a cargo del baterista Víctor Baldovinos.

Este disco se ha editado en CD precedido por los dos temas del EP “Suite mexicana” y sucedido por cuatro bonus tracks de breve duración. Estos últimos consisten en pequeñas aventuras musicales que van desde despliegues de ambientes cósmicos de sintetizador hasta una sección consistente en un solo de batería acompañado de efectos de sonido y otras consistente en una experimentación de vanguardia aleatoria afín factor reconstructivo típico del RIO. El valor principal de estos bonus consiste en mostrar una faceta insospechada de la banda, una faceta que desafortunadamente no ha sido debidamente explotada ni desplegada en otros discos de Iconoclasta. En fin, mi balance personal de “Soliloquio” es positivo, aunque reconozco que no logra igualar la magia peculiar contenida en los dos primeros discos. Con todo, para nada es éste un disco de decadencia, sino todo un muestrario de inspirado prog sinfónico hecho en México

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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