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 HONDURAS LIBREGRUPO: “La Única Posición es la Oposición” (2008)

Temas

  1. Tomando Conciencia del Baile
  2. Botox
  3. Canción para Osvaldo Bayer
  4. Los Deportes
  5. Segunda Mitad del Día
  6. Monocromático para Flora

Integrantes

  • Alex Kodric: guitarras
  • Alejandro Leonelli: bajo
  • Nicolás Kodric: órgano, piano eléctrico, sintetizador
  • Gabriel Falciola: batería
  • Ignacio Domínguez: saxo

Con el desafiante título de “La Única Posición es la Oposición”, el ahora quinteto Honduras Libregrupo da un paso adelante en su evolución estilística para abordar una estrategia canterburizada en su esencia progresivo-psicodélica. Evidentemente retro en cuanto al germen de las ideas compositivas, Honduras Libregrupo sabe hacerse sentir moderno en sus viajes instrumentales, dándole un ingrediente de “je ne sais quoi” al esquema sonoro global. Claro está que el grupo sabe con qué tiene que habérselas a la hora de dejarse llevar por esos aires Canterbury que siempre rondaban por sus cabezas pero que no llegaron a plasmarse en su obra debut “Volumen 1”: sin dejar de lado el jam y la experimentación vanguardista, las ideas musicales enarbolan un

sentido más explícito de la estructura. La densa oscilación cósmica comparte el

protagonismo con la vivacidad de raíz jazzera heredada de Soft Machine, Matching Mole y Gong (curiosamente, me parece que este grupo recibe más la huella jazzera que la cósmica de Gong).

‘Tomando Conciencia del Baile’ ocupa los primeros 6 ½ minutos del disco, recreando las peculiares vibraciones del Gong pre-“You” y el Henry Cow etapa “Leg End”, para fusionarlas en un esquema psicodélico explayado en un colorido muy controlado, mas no por ello exento de vivacidad y punche. De esta manera, la pieza adquiere un cariz muy distinto al que se había plasmado en la versión aparecida en “Volumen 1”. ‘Botox’ es una pieza más concisa, y de paso, más realzada por el factor jazzero: el solo de guitarra es casi un tributo a Hillage. ‘Canción para Osvaldo Bayer’ refleja a las mil maravillas ese delicado

equilibrio entre la densidad flotante del space-rock que había conformado los mejores momentos del “Volumen 1” y el dinamismo Canterbury que ahora está gozando de tanto impacto (esta vez la referencia que se me ocurre es Matching Mole). Hay ciertas cadencias rítmicas que tributan, entre jovial y “descaradamente”, a los ágiles juegos de síncopas que Soft Machine desarrolló en su segundo disco, aunque también nos pueden recordar al Gong machacón de “Camembert Electrique”. Los efluvios de sintetizador y platillos que anteceden a la coda nos recuerdan al PF barrettiano. Con un título tan patentemente lúdico como ‘Los Deportes’, no nos debe extrañar que tengamos aquí una pieza muy saltarina que maneja con calidez sus complejas estructuras rítmicas: el factor gongiano sale a relucir una vez más como una crucial fuente de influencia. La sección free-form se enraíza en la vertiente más abstracta de la

vanguardia jazzera de los 60s, especialmente en lo que se refiere a las intervenciones del saxo y la batería – más bien, el teclista se pone a elaborar

cortinas de sintetizador oníricas, más a lo krautrock que a lo Canterbury. ‘Segunda Mitad del Día’ comienza con una sección compleja que es sobrellevada de manera dinámica y juguetona, de manera parecida al núcleo de la pieza precedente: luego sigue una sección cantada más melancólica, más a lo Robert Wyatt, antes de llegar a la coda que reitera brevemente el primer motivo con una dosis extra de fuerza. Los últimos 12 ¼ minutos del disco están ocupados por ‘Monocromático para Flora’. Este espacio le permite a la banda explorar con

más intensidad que en las piezas anteriores su faceta atmosférica de inspiración space-rock: imaginemos un jam perdido de las sesiones del “Ummagumma” o el “More” de PF, pero con una soltura más refinada en la fluidez rítmica. Hay una sección muy “trippy” consistente en una serie de espasmos psicodélicos muy a lo kraut (Amon Duul II de la etapa 69-71) que anticipa la coda de una manera bizarramente efectista. La sensación dadaísta que se queda impresa en la mente del oyente sirve como un cierre muy conveniente para el disco.

?Qué significa para Honduras Libregrupo ésta, su segunda obra discográfica? Ante todo, un enriquecimiento relevante para su paleta sonora y una ampliación de sus estrategias compositivas: no noto aquí una metamorfosis desde la cual se

rompe con el disco debut, sino un replanteamiento que apunta hacia el ascenso a

una nueva escala de la vida musical del grupo. En sí misma, más allá de sus peculiaridades estilísticas, “La Única Posición es la Oposición” resulta una de

las obras más esplendorosas de la vanguardia sudamericana para este año 2008: para mí, no hay oposición que valga a la hora de darle a este disco una posición en el Top 10 de este año.

Cesar Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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