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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 EARTHLING SOCIETY: "Stations Of The Ghost" (2011)

Temas

  1. Stations Of The Ghost (2:22)
  2. Dark Horizons (7:32)
  3. The Last Hurrah (9:20)
  4. Child Of The Harvest (14:26)
  5. The Halloween Tree (3:39)
  6. Night Of The Scarecrow (13:30)
  7. Lola Daydream (6.45)

Integrantes:

  • Fred Laird: guitarras, voz, teclados
  • Jon Blacow: batería, percusión
  • Lius Gutarra: bajo

Colaboradores - Joe Orban (teclados en 2 y 4), Ellie Willard (coros en 2 y 4), Ian Wright (saxo en 4)

Earthling Society es una banda con una trayectoria veterana y reconocida dentro

de la vertiente space-rockera de la avanzada progresiva del último decenio. La línea de trabajo de esta banda liderada por el guitarrista-teclista Fred Laird apuesta por sonoridades lisérgicas de orientación cruda, más terrenal que las que solemos encontrar en los prototipos de Hidria Spacefolk o los mismos Ozric Tentacles (otros veteranos de gran calibre): hay inquietudes retro en su oferta

sonora, lo cual ha resultado patente en algunos de sus discos anteriores, pero debe quedar en claro que de ninguna manera se puede denominar a Earthling Society como llanamente nostálgica, sino más bien como reactivadora. Su más reciente entrega se titula "Stations Of The Ghost", un ítem donde el grupo se explaya en exploraciones de sus facetas más filudas aunque no se rompe realmente con la solución de continuidad respecto a los dos discos precedentes ("Beauty And The Beast" y "Sci-Fi Hi-Fi"). En todo caso, es de agradecer que ya

con un sexto disco en su currículum, el grupo todavía dé muestras de vitalidad y fuerza expresiva.

Con un evocativo pasaje cósmico como preludio - a la sazón, el tema homónimo - comienza el disco, guardando energías para el entusiasta desarrollo de "Dark Horizons", pieza cuya vitalidad flagrante y patente se orienta hacia un híbrido

de Ozric Tentacles pre-1990, el Hillage de "Motivation Radio" y el lado más "artsy" de U2. Con algunos ruidos ambientales de calles de alguna ciudad árabe,

se tiende un puente hacia el siguiente tema "The Last Hurrah", el cual comienza

con un plácido motivo marcado por la guitarra acústica y un canto meditativo. Con los efectos de guitarra steel y capas flotantes de sintetizador, las alusiones al lado tranquilo de Hawkwind se hacen claras, aunque también se puede notar ciertas aproximaciones a la faceta atmosférica de algunos proyectos

de Steven Wilson. Una vez pasada la frontera del segundo minuto y medio, se da el giro a un interludio instrumental ágil y estilizado, asentado en una psicodelia contemporánea semejante a la que practican bandas como Hypnos 69. Luego se vuelven a calmar las cosas para dar paso a un segundo motivo cantado, el cual tiene tufillos al brit-pop, aunque se nota que el aspecto psicodélico sigue siendo el que marca los tonos y organiza las atmósferas generales (incluso hay un cierto aire a lo BJH en las capas de teclado que arropan la sección final). "Child Of The Harvest", con sus casi 14 BD minutos de duración, es la pieza más larga del álbum. Su aire extrovertido se mantiene firme y fluido a través de sus variaciones de motivos y ambientes, desde los más extrovertidos hasta los más contenidos: se notan aires de familia con el Nektar clásico, así como con el Hawkwind remozado de la etapa post-"Warrior", el Pink Floyd pre-"Ummagumma" y el Porcupine Tree pre-"Absentia". Uno de los interludios instrumentales se beneficia bastante de la presencia de un saxo invitado, el cual elabora elegantes texturas cuyas principales funciones son las de llenar espacios sin abrumar y complementar las capas de teclado. "The Halloween Tree" suena a ritual hinduista con esa armazón de guitarra acústica y

percusión que sostiene las lisérgicas murallas sónicas erigidas por el sintetizador y la guitarra eléctrica: algo de lo cual la gente de Amon Duul II se hubiera sentido bastante orgullosa. La misión de este breve paraje exótico es la de abrir el puente levadizo de "Night Of The Scarecrow", el otro tema de desarrollo ambiciosamente extenso del álbum. Una peculiaridad de esta piza es que sus secciones más duras están cercanamente influidas por la aspereza del krautrock, y de manera indirecta, por la potencia espontánea del Hawkwind pre-"Doremi", pero hay mucho más que eso en un espacio de 13 minutos y medio. Por ejemplo, una amplia excursión de progresivo espacial a lo Nektar-con-Eloy que marca el segundo motivo principal así como el camino hacia el magnífico cierre climático; otro factor es la inclusión de una sección un poco más relajada donde el grupo explora matices acústicos que suenan un poco intimistas

a través de su básico motivo cuasi-arábigo. "Lola Daydream" cierra el álbum con

un ejercicio de psicodelia casi minimalista encuadrado e instalado dentro de un

patrón rítmico lento y ceremonioso, coqueteando levemente con el post-rock pero

manteniéndose en el esquema space-rockero desde lo esencial.

Tenemos aquí un disco muy vitalista y muy atractivo, afín a la nostalgia por las tradiciones del space-rock y la psicodelia mientras que mantiene una robustez y un colorido netamente contemporáneos en su bloque sonoro integral. Earthling Society establece aquí un punto de referencia muy interesante para los parámetros del progresivo psicodélicos de nuestros días.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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