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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 VYTAS BRENNER: “Humanos” (1974)

Temas

  1. Agua Clara (4:07)
  2. Madrugada (1:41)
  3. Amanecer (1:43)
  4. Danzas de los Pájaros (1:41)
  5. Gavilán (5:24)
  6. Pastos (2:10)
  7. Ganado (3:25)
  8. Estampida (1:31)
  9. Ana Karina Rote (4:51)
  10. Sentado en Una Piedra (3:52)

  • Vytas Brenner: pianos, sintetizadores, guitarra acústica, tímpanos, voz

Colaboradores – Pablo Manavello (guitarras), Jairo (guitarras), Carlos Acosta (bajo), Pupi (bajo), Frank Rojas (batería), Eleazar Yáñez (batería), Iván Velázquez (batería), Rolando Briceño (saxo), Óscar (percusión), Yolanda Moreno (percusión)

Tras instaurar una brillante novedad dentro de la escena musical venezolana con

“La Ofrenda de Vytas Brenner” (1973), disco pionero del ingreso del género progresivo en Venezuela, el maestro Vytas Brenner se vio asumiendo la tarea de seguir adelante tras tan magnífica obra. El primer resultado de su continuación

fur “hermanos”, disco grabado y editado al año siguiente. Lejos de ser un clon de “La Ofrenda”, ahora la puta musical de Brenner es más ecléctica, ahondando en su investigación de los estándares del rock sinfónico e introduciendo novedades sonoras inspiradas en el space-rock (Clearlight, Gong) y el krautrock

electrónico (Klaus Schulze, Tangerine Dream). Esto implica una atenuación de la

faceta fusionesca en la visión musical de Brenner, la cual, sin embargo, se hace fuertemente presente en varios de los pasajes más intensamente coloridos del disco.

El inicio y el cierre de “Hermanos” consisten en sendas baladas: ‘Agua Clara’ tiene una estructura de trova con base de dos guitarras acústicas, centrada en el factor evocativo del folk bucólico; ‘Sentado en Una Piedra’ tiene más de cliché, basada en las armonías de piano y los sobrios arreglos instrumentales que trabajan un moderado preciosismo. Ambos temas me parecen lo menos destacable de un disco que de por sí es muy atractivo y da buena cuenta de la genuina creatividad de Brenner. Tenemos la dupla de ‘Madrugada’ y ‘Amanecer’, dos ejercicio de elaboración de ambientaciones electrónicas: la primera contiene capas grisáceas de sintetizador expandida sobre oleajes de piano, mientras que la segunda se focaliza exclusivamente en marejadas cósmicas sintetizadas. Ambas piezas adolecen de una insuficiente expansión, pues las que

pudieron ser piezas climáticas por derecho propio quedaron registradas simplemente como retazos ubicados a modo de intermedios sucesivos. Esto no ocurre afortunadamente con el sexto tema ‘Pastos’, cuyo esquema sonoro sí exhibe un aura de completitud pertinentemente desarrollada: sus climas flotantes y etéreos están sabiamente manejados en una amalgama envolvente al más puro estilo Schulze. Para completar el lado experimental del disco, el octavo tema ‘Estampida’ es un ejercicio en musique concrete basado en reconstructivos efluvios de batería, tímpanos y sintetizador: el caos de una manada huyendo en una situación de grave peligro está muy bien transmitido aquí.

‘Danza con Pájaros’ asienta un cándido paisaje de jazz-fusión, encuadrado entre

las percusiones y los líricos vuelos de la guitarra eléctrica solista, mientras

que los rasgueos de la guitarra acústica alimentan apropiadamente la cadencia rítmica de la pieza. El empleo de ciertos aires exóticos orientales resulta bastante simpático y efectivo… y una vez más hay que lamentar que una buena idea musical no haya recibido un mayor espacio de desarrollo. ‘Gavilán’ sí dispone de ello, y vaya si no lo aprovecha bien: se trata de una efectiva muestra de ka faceta más exuberante de Brenner, mezclando fusión (con base funky), estilización sinfónica y climas espaciales. Los climas elaborados por los sintetizadores a lo largo de la pieza son vitales para aumentar la vitalidad ya dada por las percusiones, y también para adornar los excelentes fraseos de la guitarra solista; para el último minuto surge un alucinado solo de sintetizador que parece estar hecho de fuego y éter. Este tema condensa la faceta fusionesca de “La Ofrenda” con el dinamismo lisérgico de Clearlight. ‘Ganado’ es puro sinfonismo al estilo Brenner, sostenido sobre un compás recurrente a través del cual suceden varias progresiones interesantes de acordes: tal vez podamos notar ciertas coincidencias con PFM y la faceta pastoral de Yes. ‘Ana Karina Rote’ (el histórico slogan aborigen que significa “solo nosotros somos gente”, grito de rebeldía del pueblo caribe ante los invasores europeos) es el tema fusionesco más poderoso del disco: elaborado sobre un compás basado en el joropo, Brenner y sus músicos de apoyo establecen un grandioso cosmos sonoro donde la grandiosidad de una big band, la magia de un Weather Report y el esplendor prototípico del progresivo se congregan en un solo núcleo para explotar la renovación de lo folklórico.

“Hermanos” pudo ser un disco excelente, quién sabe si incluso hubiese podido superar la grandeza musical del ya genial “La Ofrenda”. Sin embargo, la relativa inconsistencia del repertorio en tanto un todo y el incompleto desarrollo de algunas piezas dueñas de un innegable atractivo lo limitan a ser simplemente un muy buen disco. Dentro de una buena discoteca progresiva, “Hermanos” es menos imprescindible que el disco debut de Vytas Brenner… pero imprescindible, de todos modos.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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