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 PETER HAMMILL : "IN CAMERA" (1974)

Despues de la edicion del que para mi es una de sus cuspides creativas a nivel compositivo The silent corner & the empty stage le siguio In camera. Ambos discos editados en el 74, epoca en la que las ideas fluian en el cerebro de Hammill casi de una forma imparable. Peter Hammill en los 70 se considero como un creador incansable y con una fuente de ideas casi inagotable. Ciertamente Hammill dejo el liston muy alto con su anterior trabajo, una autentica obra maestra y para mi unos de los discos mas alucinates e imprescindibles de la historia del rock (probablemente estara en mi top ten particular). Asi pues, Hammill se encontro ante la dificil situacion de igualar o mejorar su anterior obra. En In camera las unicas aportaciones de otros musicos corrieron a parte del bateria Guy Evans y Paul Whitehead en las percusiones. Hammill, de este modo, tambien se erigira como pionero en los musicos que gestionan sus obras casi en la mas absoluta soledad. De algun modo la figura de Hammill, como artista rompe los convenionalismos del mundo musical siempre unidos a los intereses de discograficas, y esta mas proxima a la de un pintor, que gestiona sus obras en su propio taller siempre atento a las idas y venidas de la caprichosa inspiracion. Pero las ambiciones de Hammill se pasean por otros horizontes, y conduce su musica a las cotas mas lindas del romanticismo trangresor que solo podia existir en la maravillosa e irrepetible decada de los 70.

En el disco podemos encontrar temas con un corte mas intimista y delicado como Ferret and Featherbird, Again o The Comet, the course, the tail o Fant-heart and the sermon. Tres temas realmente fantasticos dominados por la sensibilidad tan propia de Hammill. (No more) The sub-mariner y Tapeworm exploran su lado mas salvaje y desgarrador. Y capitulo a parte merece el comentario de Gog/Magog, uno de los momentos creativos mas sorprendentes de Hammill. Sin duda un paseo por el lado mas visceral de Hammill con un organo inquietante. Uno de los momentos mas alocados del legado musical de Hammill. Las percusiones y la bateria acercan aun mas el tema al salvajismo y recupera de algun modo la musica mostrada en Pawn Hearts. A partir del minuto 7 (el tema dura unos 20) el tema se convierte en una especie de ambient caotico con percusiones y efectos sonoros varios. Un tema indescriptible que segun tu estado emocional te puede dar el billete directo al frenopatico mas proximo.

A nivel instrumental me parece por debajo del disco The silent corner & the empty stage, que hay que reconocer que fue toda una apuesta innovadora. Aunque In camera, teniendo en cuenta la calidad de su trabajo predecesor no podia tampoco suponer una muy gran decepcion. Momentos interesantes hay muchos y como en cualquier disco de Hammill de esa etapa, su audicion provoca un viaje en el que las emociones se sucederan. In camera de algun modo combina terrenos mas convencionales en la musica de Hammill (no se si es muy correcto utilizar este calificativo tratandose de Hammill) con otros mas atrevidos y trangresores como el tema Gog-Magog. Sin duda todo un universo para explorar.

Puntuacion: 8,5/10

Jordi Boix

Temas

  1. Ferret and Featherbird
  2. (No More) The Submariner
  3. Tapeworm
  4. Again
  5. Faint-Heart and the Sermon
  6. The Comet, the Course, The Tail
  7. Gog / Magog

Peter Hammill: voz, guitarras, teclados, mellotron, sintetizador, bajo, percusion.

Invitados Guy Evans (bateria, percusion), Chris Judge-Smith (percusion, coros), David Hentschel (percusion, sintetizador).

Este es mi disco favorito de Peter Hammill, basicamente porque en mi opinion es en In Camera donde se dan la produccion de sonido e instrumentacion lo suficientemente adecuadas para crear un trasfondo musical que complemente las delirantes ideas composicionales, liricas e interpretativas de Hammill, dando lugar a un ambiente de dramatismo lleno de exquisitez y sofisticacion.

Curiosamente, el disco comienza con una balada acustica eterea, Ferret and Featherbird, que data de los primeros tiempos de VDGG. Es como la calma que precede a la tormenta emocional que empieza a descargarse en (No More) The Submariner, un lamento sobre la renuncia a los sueños y aspiraciones que viene con la madurez, expuesto sobre una densa parafernalia de sintetizadores. La energia expresiva se mantiene con Tapeworm, que en clave netamente rockera expone un sonido bastante afilado en perfecto contrapunto con el furioso canto de Hammill. La cosa se pone un poco mas relajada con la balada romantica Again, que en clave acustica esboza un efectivo retrato de nostalgia por el ser amado que ya se fue. El extraño final de esta balada, una nota sostenida de guitarra slide en crescendo, da entrada a Faint-Heart and the Sermon (mi favorito de toda la carrera del Sr. Hammill), elaborado sobre cortinas y texturas de teclado, mellotron y sintetizador que le dan un tono fastuoso, entre lo sinfonico y lo gotico, semejante a lo que ya encontramos en el Pawn Hearts de VDGG, pero con la aspereza distante que habria poco despues de caracterizar a los dos primeros discos de la segunda etapa de la banda... pero esta referencia no nos debe sorprender, pues algunas porciones de Faint-Heart ya existian cuando VDGG aun no cancelaba su primera etapa, y ademas, paso a ser parte de su repertorio en la primera gira de su segunda etapa.

Con el siguiente tema, The Comet, The Course, The Tail, Hammill prosigue con la misma tonica meditativa, pero dando ahora mayor protagonismo a los rasgueos de guitarra acustica y electrica, centrandose en el tema de la relacion entre el yo y los otros. La dupla Gog / Magog cierra el disco con un desgarro emocional vertido en un clima sonoro de violencia apocaliptica. Según el Libro de Ezequiel, Gog es el caudillo que gobernara las fuerzas del Mal en el tiempo de la conflagracion final Hammill retrata la autoridad de este personaje en primera persona, sobre un fondo tetrico de organo, y una base ritmica consistente en mas de una bateria, creando un clima combinado de ritual tribal y urgencia marcial. Magog, por su parte, es una exhibicion de efectos de grabacion de elementos percusivos y electronicos, muy a lo krautrock, que durante casi 10 minutos nos traslada a una dimension que se cae a pedazos por causa de su putrefaccion: el breve soliloquio distorsionado electronicamente no tiene pierde, terrible y patetico a la vez.

En suma, este es uno de los discos donde Hammill muestra con mayor soltura buena parte de sus mas osadas inquietudes experimentales. La expresion de su mundo interior a traves de sus letras tambien adquiere tonos bastante dramaticos y diversos. Siento que no puedo elogiarlo todo lo justamente que merece; simplemente termino afirmando, como ya hice en un principio, que In Camera es mi disco favorito de la carrera solista de este gran creador, y posiblemente sea mi disco solista favorito de todos los tiempos.

Cesar Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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