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 ISILDURS BANE: “Saga Om Ringen” (1981)

Temas

  1. Overtyr (2:40)
  2. Vandring (5:00)
  3. Gamla Skogen (3:40)
  4. Tom Bombadill (4:23)
  5. Vidstige (3:03)
  6. De Svarta Ryttarna (3:20)
  7. Vattnadal (1:25)
  8. Moria (1:55)
  9. Sällskapets Upplösning (4:00)
  10. Ringarnas Härskare I (2:35)
  11. Ringarnas Härskare II (1:50)

Integrantes

  • Mats Johansson: teclados, voz
  • Mats Nilsson: guitarras, voz
  • Jan Severinsson: flautas, percusión tonal, sintetizador
  • Kjell Severinsson: batería, percusión, voz en 8
  • Fredrik Janacek: bajo (3, 6, 11)
  • Ingvar Johansson: bajo (2, 4, 5, 9), sintetizador (1)

Colaboradores – Bengt Johansson (percusión en 8), Johann Holmberg (cucú en 3)

Originalmente editado solamente en cassette en 1981, “Saga Om Ringen” es el disco debut de Isildurs Bane, banda sueca que con el paso de los años se ha ido

afianzando a paso firme y con una convicción férrea como una de las presencias escandinavas más majestuosas de los últimos 16 años. Mientras tanto, lo que tenemos aquí es un álbum interesante donde predomina un sinfonismo de peso ligero, alternado a veces con piezas de corte bucólico, y alimentado ocasionalmente con vibraciones y cadencias de inspiración jazzera. Primeros pasos de una banda que ya se hace sospechar como genial. Esta ópera prima logró

en 1988 el beneficio de su primera edición en vinilo, siendo así que más de la mitad del material estuvo grabado de nuevo.

Al igual que con el segundo disco, “Overtyr” es el título tan explícito del tema de entrada – esta obertura contiene una ambientación amable muy a lo Camel, elaborando un crescendo bien sostenido, nunca llegando a un desborde ni nada parecido. ‘Vandring’ sigue a continuación con aires bucólicos altamente folclóricos, asumidos con una estilización refinada y una agilidad efectiva: suena a una cruza entre Mike Oldfield, Fruupp y Ragnarök, siendo así que hay un

pasaje intermedio donde aumenta el aire festivo al modo de un Jethro Tull de la

etapa 77-79. El siguiente tema persiste en lo bucólico, aunque esta vez con un tenor contemplativo que remite a una serenidad envolvente, al menos hasta que entran los retazos sostenidos de guitarra eléctrica y las cortinas de sintetizadores, con los cuales la pieza adquiere momentáneos matices cuasi-espaciales. También cabe mencionar el fabuloso solo de bajo que emerge cerca del final. ‘Tom Bombadill’ tiene un colorido juguetón que suena a un híbrido entre el mejor Camel de los últimos 70s y la alegría sofisticada de un Maneige. El ritmo veloz de la base rítmica ayuda a conservar la frescura de manera persistente. ‘Vidstige’ coquetea con el jazz-pop aunque sin salirse realmente del patrón sinfónico. ‘De Svarta Ryttarna’ emana un colorido vigoroso

que nos puede evocar a una mezcla del Wakeman y el Hackett solistas, con cierta

cadencia insólitamente confluente con Dixie Dregs. ‘Vattnadal’ nos ofrece un registro muy distinto de corte pastoral, conformando un hermoso dueto de guitarras acústicas, antes de que ‘Moria’ exhiba un duelo percusivo intenso y fuertemente sincopado, al modo de una celebración ritual. ‘Sällskapets Upplösning’ ofrece los que tal vez sean los momentos más contundentemente líricos del álbum – volviendo a la usanza cameliana con cadencias extra de raigambre jazzera, la pieza fluye cómodamente a través de los ligeros desarrollos por los que pasa el motivo central. Es una pena que no dure más de 4 minutos, pues me parece que el atractivo inherente al esquema compositivo daba para un desarrollo más expansivo. El penúltimo tema tiene un aire ceremonioso, como si estuviese ambientado en un momento particularmente solemne

en una fiesta palaciega, aterrizando en el último tema, un epílogo lento de típico sabor sinfónico. Me pregunto por qué se dividen en partes I y II si la ilación es tan compacta.

En fin, “Sagan Om Ringen” es un digno debut de Isildurs Bane: a pesar de que su

estilo está a años luz de la actitud osadamente clasicista y ecléctica que el grupo cultivará con fruición desde inicios de los 90s, esta obra tiene cualidades musicales atractivas. Vale como un momento prehistórico que no da motivo alguno de “vergüenza”, por así decirlo.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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