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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 IGNATIUS: "Lights From The Deep" (2011)

Temas 1.- Bleeding Souls - (8'02) 2.- Emptiness - (6'47) 3.- Resurrection - (8'41) 4.- Lights From The Deep - (12'41) 5.- B.C.N. - (9'31) 6.- Morning Moon - (11'01)

Integrantes

  • Ricardo Boya: bajo, teclados, voz
  • Toni Castarlenas: guitarras
  • Marcelo Ortiz: batería

Ignatius es una banda formada en Barcelona hace varios años por el trío de Ricardo Boya, Toni Castarlenas y Marcelo Ortiz. Tal como menciona el grupo en su blog de Myspace, el grupo surgió como concepto en sí hace más de diez años, pero su concreción para sí ha ido mucho más reciente. El fruto tangible de dicha concreción está plasmado en este álbum debut titulado "Lights From The Deep", el cual muestra un esquema estilístico muy maduro, forjado con calidad y

conciencia en base a una amalgama elegante donde se mezclan y compenetran el boato de la más excelsa tradición 70era (PF, Camel, Rush, ELP), el vigor resuelto del neo (especialmente Arena, aunque también hay algo de Pendragon en ciertos vuelos de raigambre Floydiana) y la fuerza mágica del prog-metal (DT, Planet X). Aparte de las influencias explícitas, a nosotros nos parece que hay coincidencias con lo expresado por otras bandas hispanohablantes como Retsam Suriv, Toccata y Matraz - por aquí va la línea de trabajo de Ignatius, casi una

condensación de varias tipologías recurrentes del pasado y el presente del género progresivo. El hecho de que Boya aporte un canto apasionadamente rockero

a sus intervenciones vocales es un soporte crucial para realzar las facetas energéticas del sonido grupal.

Abriendo el disco con energía y un explícito colorido musical, "Bleeding Souls"

establece un encuadre sonoro basado en una confluencia de Planet X, Pink Floyd y Arena: o sea, el swing robusto del jazz-rock progresivo, la magia especial de

los climas psicodélicos estilizados propios del estándar Floydiano 73-77 y el enfoque melódico de la más pura tradición neo. El solo de guitarra que irrumpe por la barrera del sexto minuto es brutal, muy a lo Petrucci-con-Lifeson, mientras que a todo lo largo de la canción, la labor de los teclados alterna capas a lo Wright con boatos expresionistas a lo Emerson. La dupla de "Emptiness" y "Resurrection" está a cargo de fortalecer el afianzamiento de la voz propia de Ignatius. La primera de estas canciones consiste en una balada progresiva que guarda ciertos aires de familia con Camel, reciclados a través de los filtros sinfónicos contemporáneos de unos Karmacanic o The Tangent, amén

de algunos recursos de densidad climática al final que nos remiten a Porcupine Tree. Por su parte, "Resurrection" ofrece una sonoridad contundentemente aguerrida donde el sinfonismo clásico y el prog-metal se hermanan fluidamente. Con sus más de 12 minutos y medio de duración, la pieza homónima se erige como la más larga del álbum. Con todo, no se trata de una suite progresiva típica, sino de un viaje exploratorio por los rincones contemplativos del ideario de Ignatius. Con una solemnidad reflexiva propia de lo Floydiano y lo Cameliano, reformulado bajo un esquema propio de las power-ballads de Dream Theater, la banda se explaya en un cuerpo central bien definido, explotándolo sin llegar a la saturación gratuita. !Qué buen oficio! Acto seguido, "B.C.N." agiliza notoriamente las cosas ubicándonos en pleno ambiente urbano con sus ruidos de tráfico, gente en la calle y sirenas, armando así un preludio al cuerpo central: la estrategia se basa en un cruce de prog-metal y neo-prog bastante llamativo, donde las variaciones de ambiente son muy medidas y moderadas, para nada dramáticas, aunque indudablemente bien logradas en cuanto a la preservación de la energía inherente a la idea musical básica. "Morning Moon" cierra el álbum redondeando la ideología musical de la banda, a estas alturas, ya diáfanamente clara al oyente. La pieza comienza con un preludio muy a lo "Shine On You Crazy Diamond", dejando lentamente el paso a un motivo de arranque de corte reflexivo donde se hace una revisión del molde Floydiano con ciertos toques a lo Gary Moore. Más adelante, el asunto se complejiza hasta niveles ELP-Yessianos (al modo de una cruza entre "Heart Of The Sunrise" y los momentos climáticos de "Karn Evil 9"). Poco antes de la barrera del octavo minuto, pasamos a una sección ceremoniosa donde el asunto sonoro parece una especie de Olfield-con-Wakeman, una suerte de sinfónico típicamente pomposo empapado con aromas de World Music.

Como balance final, es justo de toda justicia señalar a "Lights From The Deep" como una tremenda gozada de disco progresivo: Ignatius logra con este trabajo entrar de lleno en las ligas mayores del rock progresivo español del nuevo milenio. !!A seguirle la pista a este grupo!!

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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