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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 GUAPO: “5 Suns” (2004)

Temas

  1. Five Suns - Part 1 (4:31)
  2. Five Suns - Part 2 (10:19)
  3. Five Suns - Part 3 (10:30)
  4. Five Suns - Part 4 (12:57)
  5. Five Suns - Part 5 (7:55)
  6. [untitled] (1:00)
  7. Mictlan (8:58)
  8. Topan (6:37)

Integrantes

  • Daniel O'Sullivan: piano Fender Rhodes, órgano, mellotron, armonio, guitarra,

sintetizadores

  • Matt Thompson: bajo, guitarra, sintetizadores
  • Dave Smith: batería, percusión

Guapo es un prolífico grupo británico que recién he comenzado a descubrir recientemente, a inicios de este año 2008, pero ya había leído mucho sobre ellos en Internet, especialmente los elogios que cosecharon de parte del público que apreció su actuación en el Festival de Rock en Oposición que se celebró en Francia en 2007. Guapo era una de mis asignaturas pendientes más preocupantes, y ahora que estoy en camino, me siento bendecido desde la parte más catártica de mi melomanía. La oferta musical de Guapo es un zheul instrumental pletórico de sonoridades agresivas, varias veces tendiendo a lo caótico, pero siempre bajo el sabio control de los músicos involucrados en la creación de sonidos. El disco que ahora nos ocupa es “5 Suns”, el sexto de estudio de su carrera.

Los cinco primeros temas del disco conforman sendas secciones de la suite homónima. Con un golpe de gong comienza la primera sección de ‘Five Suns’, tras

lo cual sigue una amalgama caótica de teclados, bajo, batería y más golpes de gong, amalgama que se va acumulando en forma de frenesí creciente, al modo de un incendio que se propaga cruelmente a través del espíritu. Una interrupción momentánea de armonio es el preámbulo a un insospechado clímax de intensidad neurótica infinita, la misma que aterriza en otra serie de acordes de armonio muy a lo “horror B-movie”. Este pasaje es la antesala a la segunda sección, la primera propiamente armada con un esquema reconocible. El sonido del grupo se evidencia como emparentado con el Magma clásico, NeBeLNeST y el Present de los dos primeros discos, y por qué no, también la vibración crimsoniana que tan bien fue renovada por la oleada escandinava (Anekdoten, principalmente). Smith maneja con soltura su diversidad de registros, que van desde cadencias de raigambre jazzera con secuencias rítmicas cacofónicas y redobles llenos de pura

polenta rockera; a su vez, el matrimonio rítmico que conforma con Thompson sale

a relucir muy bien dentro del ensamble sonoro. Los teclados se hacen misteriosos, abrasivos, sutiles, tétricos, majestuosos, según la exigencia del momento. A pesar de que la potencia sonora del grupo puede hacernos pensar y sentir que los músicos se enfrascan en mutuos desafíos, en realidad lo que predomina aquí es un espíritu de armazón, un ambiente creado por tres mentes que piensan al unísono en una misma idea desde sus propias perspectivas concluyentes. En este sentido, su propuesta zheul se distingue de la de Happy Family o Bondage Fruit, por ejemplo. Sin notarlo, llegamos a la tercera sección, la misma que arrastra buena parte de la tensión de los momentos más intensos de la segunda, pero al tercer minuto gira hacia ambientes más contenidos, como un misterio en clave jazz-rock dentro del permanente esquema zheul. Las cosas no tardan mucho en volver a un nivel absorbente de intensidad,

pero prevalece la predominancia de cadencias jazzeras en la dupla rítmica (Smith es un total monstruo percusivo en los últimos 3 minutos de esta sección). La sección cuarta es tal vez la más ordenada de todas, comenzando con

unos ambientes muy calmos (aunque también sutilmente perturbadores), para poco a poco ir elaborando un crescendo con un pulso magnífico y un dinamismo soberbio a la hora de manejar los momentos climáticos, ya sea para crear puentes o mantener el fuego sobre un compás marcial apabullante. La última sección está armada sobre cadencias lánguidamente densas, emparentadas con el estándar del post-rock. Los golpes de gong culminan al modo de un viento psicodélico.

El sexto tema está intitulado, y consiste meramente en un minuto de silencio (?por qué no titularlo ‘One Minute of Silence’?, ?tal vez para no pagar regalías a los herederos de John Cage? En tal caso, vale.). Los dos últimos temas están a cargo de completar el repertorio después del tremendo terremoto musical que supuso la suite. Una labor poco envidiable, pero queda claro que estas piezas no son relleno en lo absoluto. ‘Mictlan’ exhibe una agilidad notoria, basada en la prioridad que se da a las tonalidades del jazz-rock (a veces casi semejantes a Matching Mole): con este recurso se genera una aureola

de ágil dinamismo a través de las bien articuladas interacciones entre los tres

músicos. Los últimos 6 ½ minutos del disco están ocupados por ‘Topan’, una pieza muy jazzera que comienza por un sendero de amable ensimismamiento amocional – las cosas se ponen un poco más tensas con la incorporación de pulsaciones rítmicas y ornamentos inquietantemente disonantes de piano eléctrico, pero el tema nunca estalla en una autentica explosión neurótica. Es una manera peculiar de terminar un disco que había comenzado con 46 minutos de pura amenaza sónica en la suite. En todo caso, “5 Suns” queda como uno de los discos más emblemáticos del progresivo vanguardista actual, y Guapo se manifiesta como una fuerza creadora de primer nivel.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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