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 ;EXPLOSIONS IN THE SKY: "The Earth Is Not A Cold Dead Place" (2003)

Temas

  1. First Breath After Coma (9:33)
  2. The Only Moment We Were Alone (10:14)
  3. Six Days At The Bottom Of The Ocean (8:43)
  4. Memorial (8:50)
  5. Your Hand In Mine (8:17)

Integrantes

  • Munaf Rayani: guitarra
  • Mark Smith: guitarra
  • Michael James: bajo, guitarra
  • Chris Hrasky: batería

Tercer disco de Explosions In The Sky que fue lanzado al mercado en noviembre de 2003, "The Earth Is Not A Cold Dead Place" fue el punto de quiebre dentro de

la carrera musical de este ensamble de Austin (Texas) que simple y llanamente presumía de hacer rock instrumental, rock a secas sin letras ni cantante. El punto de quiebre se dio en varios niveles: Explosions In The Sky se convirtió en uno de los referentes más preclaros de la actual escena post-rockera norteamericana, logró catapultar y aumentar el culto que se había ganado rápidamente a través de los años precedentes en el público underground para llamar la atención de más gente y de una mayor parte de la prensa musical de su

país, y por si fuera poco, empezó a asentarse dentro del mainstream debido a que varias piezas de este disco se empezaron a usar en escenas de dramas televisivos con alta audiencia. El terreno estaba preparado para que el grupo fuera convocado para grabar la banda sonora de la serie "Friday Night Lights", pero dejemos eso para otro momento y concentrémonos en el repertorio de este disco crucial para entender el desarrollo de la propuesta estética de Explosions In The Sky.

'First Breath After Coma' abre el disco con un aire optimista muy fácil de notar desde las breves notas introductorias de la primera guitarra que entra en

acción y la pulsación alegre del bombo de la batería, lo cual anuncia claramente que el colorido patente no tardará ni medio minuto en llenar espacios=85 y en efecto, se cumplen las sospechas de pronto desarrollo y ágil compleción de un espíritu que celebra un fulgor que recién comienza, el fulgor de quien redescubre el mundo tras un periodo de coma. Poco antes de llegar a la

frontera del quinto minuto, las cosas se atenúan notablemente, probablemente para establecer un momento de reflexión cautelosa tras la euforia inicial: de esta manera, se siembra el terreno para un nuevo clímax donde destaca una espiritualidad bastante positiva armada con calculada inteligencia, aunque esta

vez la expresividad optimista se manifiesta de una manera un poco más controlada. Con los últimos rezagos de la nota sostenida final de la pieza de entrada se inicia la siguiente, titulada 'The Only Moment We Were Alone'. El pronto ingreso del bombo en una cadencia pulsátil suave en medio de los etéreos

acordes de entrada de las dos guitarras parece augurar un desarrollo sonoro similar al de 'First Breath After Coma', pero muy pronto nos damos cuenta de que ahora la melancolía es la inspiración emocional preferente: eso sí, esta melancolía no se traduce en una languidez introspectiva sino más bien en una actitud de mirada atenta y muy abierta al entorno que rodea al espacio propio. Es por eso que la intensidad atmosférica ágilmente instalada por los guitarreos

dobles transmiten una genuina fuerza rockera en medio de la vibración pensativa

en curso. Bueno, esto es lo que sucede hasta llegar al minuto 7'30", que es cuando la melancolía muestra su lado más gris e invita a las guitarras a plasmar un último momento de arrebatadora densidad, precedido de un interludio tremendamente sutil. El tercer tema es 'Six Days At The Bottom Of The Ocean': al igual que con el tránsito del primer al segundo tema, 'Six Days=85' comienza

con la nota sostenida final de 'The Only Moment We Were Alone', anticipando así

un cuerpo central donde lo meditabundo se convierte en una nueva forma de energía. Los vuelos instrumentales perpetrados por el cuarteto saben sonar robustos y electrizantes mientras se dejan llevar hacia la misteriosa oscuridad

de un paraje emocional desconocido y estimulante a la vez. La mayor parte del tiempo esta pieza redunda sobriamente en el concepto de nostalgia como una carga que el alma arrastra con lentitud, pero poco antes de llegar a la barrera

del sexto minuto se produce un inesperado crescendo donde se manifiesta una exaltación mágica, posiblemente de algo que deja de estar atrapado bajo la inmensidad del océano y logra salir al aire con un ímpetu autosuficiente. En líneas generales, considero a este tercer tema como mi favorito de todo el disco y uno de mis favoritos de todo lo que va de carrera fonográfica para Explosions In The Sky. Una vez más se usa una nota sostenida para conectar el tema que recién ha terminado con el siguiente, 'Memorial', pero en esta ocasión

la nota sostenida no opera como un simple puente y pasa a ser una parte fundamental del colorido inicial. En clara alusión al concepto al cual alude la

palabra del título, hay mucho de epitafio en la espartana serie de acordes que sirve de base para la instrumentación global, hay mucho de añoranza por lo irremediablemente perdido en la consistente persistencia en climas lánguidos y cadencias lentas, aunque también hay algunos momentos contados en los cuales los guitarreos suben sus decibeles, lo cual da sensación de chispazos de luminosidad en medio de la reinante oscuridad, especialmente en cuanto al clímax de cierre. Los 8 minutos y pico finales del álbum pertenecen a 'Your Hand in Mine', un tema relevante en la historia de EITS en tanto que le permitió acceder al mainstream de las bandas sonoras de famosas series de televisión (incluyendo una nueva versión para "Friday Night Lights"). La pieza en sí es un cierre perfecto para el álbum, todo un ejemplo de cómo el estándar del post-rock se presta fácilmente para explorar áreas etéreas de su esquema introspectivo para expresar calidez romántica con una genuina vibración sentimental: el sencillo esquema compositivo se alimenta de la interacción de las guitarras y las sensiblemente calculadas intervenciones de la batería: el resultado es el de una calma alimentada de sobrias dosis de entusiasmo, como un

cuadro marcado por predominantes tonos alegres pero sin que salten a la vista impactándola, sino acariciándola.

Explosions In The Sky manifiesta en los vuelos instrumentales contenidos en "The World Is Not A Cold Dead Place" que el mundo, en efecto, no es un lugar frío y muerto, pero no solo eso, también desarrolla una serie de paisajes idóneos para mirar a nuestro entorno con una reflexividad optimista y una melancolía motivadora de llamas vivientes en la hoguera de nuestro espíritu. Uno de los músicos del grupo dijo una vez de este disco que era lo más cercano que EITS había llegado a estar de escribir canciones de amor: este testimonio puede muy bien valer más que mil reseñas.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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