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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 Echolyn: “As The World” (1995, Sony Records/ 2005, Velveteen Records)

Temas (CD de audio):

  1. Always The Same (0:36)
  2. As The World (4:50)
  3. Uncle (6:54)
  4. How Long I Have Waited (4:43)
  5. Best Regards (4:11)
  6. The Cheese Stands Alone (4:48)

Letters:

  1. Prose (1:45)
  2. A Short Essay (4:34)
  3. My Dear Wormwood (3:34)
  4. Entry 11.19.93 (5:33)
  5. One For The Show (4:31)
  6. The Wiblet (0:47)
  7. Audio Verite (4:27)
  8. Settled Land (5:42)
  9. A Habit Worth Forming (4:29)
  10. Never The Same (7:54)

Temas (DVD con la presentación en vivo del álbum):

  1. Intro
  2. Uncle
  3. A Short Essay
  4. My Dear Wormwood
  5. Hear I Am
  6. 21
  7. The Cheese Stands Alone
  8. As The World
  9. Interview – Ray & Brett

Integrantes:

  • Brett Kull: guitars, vocals
  • Paul Ramsey: drums
  • Ray Weston: vocals
  • Chris Buzby: keyboards
  • Tom Hyatt: bass

Tomando como excusa la relativamente reciente reedición de “As The World”, me permito reseñar este gran disco de Echolyn (señalado usualmente como su obra cumbre).

Éste es el álbum definitivo de la primera etapa del quinteto (y en mi opinión supera a su anterior obra maestra “Suffocating The Bloom”) en el cual logra pulir por completo una propuesta musical que bebe de las fuentes de Gentle Giant y Yes principalmente, con algo del Kansas de “Leftoverture” en la intención notoriamente romántica que manifiesta en los momentos más reposados. Propuesta que, no obstante lo dicho, tiene rasgos muy propios, evidentes sobre todo en la forma en que la banda encara las partes más fuertes. Esta síntesis entre lo aguerrido y lo romántico, a lo que se añade un perceptible toque humorístico, es lo que define la personalidad de la agrupación. En este aspecto, resulta de vital importancia la labor de Ray Weston, cuyas enormes dotes técnicas como vocalista (caudal y versatilidad) se ven opacadas por una expresividad y un carisma verdaderamente conmovedores. Esto se aprecia de mejor modo en el concierto que acompaña el presente relanzamiento, así como también los contrastes que ofrece la música del ensamble (los momentos más duros se muestran aquí menos contenidos).

Estando conformado por piezas de corta/mediana duración (la más larga roza los ocho minutos) y ostentando un gancho notorio en los estribillos, el disco no pierde en ningún momento su carácter de obra de rock progresivo sinfónico. Me explico: el gancho no se debe a simpleza o repetición, sino a la inspiración compositiva que evidencian, por ejemplo, las complejas y hermosas armonías vocales. Por otra parte, la corta duración de las piezas no impide que éstas se desarrollen. Un perfecto ejemplo de esta idea es el tema que da nombre al álbum: su primer minuto y medio le basta al grupo para exponer la estructura “estrofa/estribillo” y repetirla una vez, reservándose el tiempo restante para explayarse en una seguidilla de ideas musicales de la más pura índole progresiva, tan deliciosa para oídos curtidos como desconcertante para no habituados; al igual que en el resto de las canciones la duración le alcanza al quinteto para desarrollar recursos que incluyen contrastantes variaciones de tono sin hacer peligrar la redondez compositiva.

Con este álbum, Echolyn logró su primera (y hasta el momento única) edición por un sello discográfico multinacional. Si bien desconozco la historia en profundidad, no me es difícil adivinar que las expectativas y los logros comerciales estuvieron separados por la realidad de un mercado hostil hacia expresiones musicales con la estilización y la sofisticación que muestran obras como “As The World”. Sin embargo no se puede negar que la agrupación tenía ya desde aquel entonces (además de la brillantez compositiva que he descrito más arriba y de una admirable pericia instrumental) una visión muy clara de sus metas artísticas, visión que impregna las estrofas de canciones como “As The World”, o “The Cheese Stands Alone”. De todas maneras este episodio en la carrera del quinteto no sería obstáculo para que, años más tarde, una versión menos soñadora y más desengañada de Echolyn nos deleitara con posteriores obras maestras. Pero esa es otra historia.

Ezequiel Beyrouti

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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