La Caja de Música Revisiones
de
discos
LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
Volver al índice
Suscripción
Qué es LCDM?
Discos
Bandas y discografías
Conciertos
Festivales
Entrevistas
Letras
Propuestas especiales

Pasaron por aquí ya
contador
"cajeros"



 CARNASCIALIA: “Carnascialia” (1979)

Temas

  1. Canzone Numero Uno (c'è chi batte i denti, chi prende il ritmo eci balla sopra)
  2. Fiocchi di Neve e Bruscolini
  3. Almeisan
  4. Kaitain (22 Ottobre 1962)
  5. Cruzeiro do Sul
  6. Gamela

Integrantes

  • Pasquale Minieri: guitarras eléctrica y clásica, bajo, contrabajo, sintetizadores, voz
  • Giorgio Vivaldi: percusión, flauta Colaboradores – Carlo Siliotto (violín), Demetrio Stratos (voz), Clara Murtas (voz), Nunzia Tambara (voz), Piero Brega (voz), Luciano Francisci (acordeón), Tommaso Vittorini (saxo), Maurizio Giammarco (saxo), Mauro Pagani (violín, mandolina), Danilo Rea (piano), Marcello Vento (batería), Pablo Romero (flautín)

Carnascialia es el nombre de un proyecto musical creado y dirigido por Pasquale Minieri y Giorgio Vivaldi: la idea era crear una nueva dimensión para sonidos folklóricos diversos (italianos, euroasiáticos, arabescos) dentro de un contexto de rock de vanguardia. La presencia de invitados tan ilustres como Demetrio Stratos y Mauro Pagani no debe sorprender si tenemos en cuenta el tipo de música que Area hizo en su breve etapa de cuarteto y los coloridos folklóricos que Pagani gestó en sus discos solistas tras su alejamiento de PFM. En fin, el disco “Carnascialia” es un catálogo de candidez e intensidad que ofrece al oyente un viaje por diversos efluvios emocionales en los que predomina el tenor celebratorio. ‘Canzone Numero Uno’ es una delicia amable y bucólica, marcada por la guitarra acústica y con envolventes adornos de violín, saxo y acordeón. El legendario Stratos hace su primera aparición en ‘Fiocchi di Neve e Bruscolini’: sus monólogos sarcásticos y ornamentos corales se encuadran muy bien dentro del clima tribal creado por las percusiones. Es como si se tratara de una especie de bizarra ceremonia exótica: lástima que no sea más extensa. Con ‘Almeisan’ pasamos a un momento de serenidad solemne y envolvente: una sonata de piano ornamentada con bellas líneas de vientos, contrabajo y violines, y sazonada con ocasionales efectos de guitarra y percusiones académicas. La aureola romántica que emana la pieza de cabo a rabo aparece oportunamente realzada por la presencia de un canto femenino, mientras que el acordeón que aparece al final añade una cadencia especial al asunto.

La segunda mitad del disco comienza con ‘Kaitain’, otra pieza intensa y cargada de exotismo que luce apropiada para el canto de Stratos, el cual crea efectivos diálogos con el saxo soprano y el violín. Combinando cadencias tropicales y arábigas, esta pieza concretiza una cuota de intensidad expresionista y festividad. Concentrándose más específicamente en lo arábigo sobre una base minimalista muy a lo Philip Glass, ‘Cruzeiro del Sul’ ofrece las atmósferas más inquietantes del disco cuando desparecen las armazones sonoras exóticas y las cortinas de sintetizador se apoderan de la escena con la complicidad de Stratos y ornamentos percusivos etéreos. ‘Gamela’ cierra el disco con el mismo sentir mediterráneo de jolgorio que había llenado el tema de entrada, pero esta vez la presencia de percusiones exóticas y texturas de guitarra eléctrica le dan un aura más colorida al asunto. “Carnascialia” es un tesoro perdido de la vanguardia progresiva italiana que hará totalmente las delicias de los coleccionistas amantes de las exploraciones étnicas, folklóricas y el ahora llamado “world music”, aunque se trata de un disco gestado antes de la invención de esta etiqueta.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

ÿ