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 ART ZOYD: “Musique Pour L’Odyssée ” (1979)

Temas

  1. Musique Pour L'Odyssée (17:05)
  2. Bruit, Silence - Bruit, Repos (10:44)
  3. Trio "Lettre D'Automne" (7:01)

Integrantes

  • Michel Berckmans: oboe, fagot
  • Franck Cardon: violín
  • Daniel Denis: percusión
  • Gérard Hourbette: viola, violín
  • Jean-Pierre Soarez: trompeta
  • Thomas Michel: saxofones
  • Thierry Zaboitzeff: bajo, cello, voces

Segundo disco de Art Zoyd, “Musique Pour L’Odyssée” define de manera clara y directa el concepto de chamber-rock: el desarrollo de una vertiente progresiva notablemente marcada por las teorías modernistas de la música de cámara, dando plena preferencia a la instrumentación académica. Una peculiaridad ocurrida en el seno de Art Zoyd durante la concepción y grabación del presente disco fue la

incorporación de algunos miembros notables de Univers Zero como son Michael Berckmans y Daniel Denis. La labor del segundo no resulta tan relevante como la

del primero, cuyos aportes al fagot y al oboe alimentan muy bien las líneas dibujadas en diversos momentos por la trompeta, el saxo y los violines. Teniendo en cuenta que Univers Zero estaba ad portas de terminar su segunda obra “Heresie” (uno de sus discos cumbre), no es de extrañar que de esta asociación surgiera la inquietud de parte de la gente de Art Zoyd por explorar su faceta más misteriosa: además, por lo menos en lo que concierne a la suite de 17 minutos que da título al disco, lo misterioso transita por caminos siniestros de envergadura dramática.

Comenzando con una fanfarria provista de una alevosa languidez tétrica, el tema

homónimo ocupa toda la primera mitad del disco y lo enmarca dentro de una dirección claramente definida en la que lo terrorífico y lo dadaísta confluyen en un esquena sonoro peculiar y único. A poco de pasados los 3 minutos, el ensamble concluye la fanfarria introductoria y pasa a un motivo nuevo más explícitamente intenso, basado en las cadencias rítmicas del cello y la viola mientras que el violín, el oboe y los metales se explayan en abrumadores retazos neuróticos capaces de manifestar vitalidad a través de su eminente tortura. Al llegar tan abruptamente un giro dramático hacia un pasaje más sutil

basado en las cadencias vibrantemente entrecortadas del cello, se prepara el terreno para la creación de una nueva atmósfera en crescendo, la cual conduce a

una plenitud rítmica que parece emular el esfuerzo titánicamente muscular de los remeros por mantener el barco a flote en medio de los entuertos que deben experimentar constantemente Ulises y sus compañeros de viaje. Los cambios de ambiente reflejan muy bien la inestabilidad y la incertidumbre del momento. Las

amalgamas y diálogos que establecen las cuerdas, maderas y metales a lo largo de este trayecto engloban una energía tan potente como inescrutable. Atravesado

el margen de los 11 minutos, pasamos a un nuevo motivo ceremonioso, cuyo carácter contenido está muy bien establecido por el contraste entre las pulsaciones de las cuerdas y las espartanas notas emitidas por los vientos. Este pasaje se alterna inteligentemente con el siguiente motivo, cuyos momentos

de fastuosidad cinematográfica, al modo de una iluminación en el cielo que anuncia el arribo de un nuevo día. El clímax cacofónico que se va armando durante los últimos 105 segundos tiene una polenta contundente, salvada de la “brutalidad” merced a la inteligente visceralidad con la cual el ensamble maneja sus diálogos internos. ‘Bruit, Silence - Bruit, Repos’ recoge la inapelable majestuosidad que se había manifestado tan magníficamente en la última sección de la suite precedente y la lleva inicialmente por un sendero más colorido. Luego, las cosas pasan a una ambientación más grisácea donde se alternan secciones caracterizadas por una densidad controlada con otros en los que la extroversión neurótica se explaya en perturbadoras disonancias. También hay un pasaje que emerge a partir del minuto 6 donde se hace una especie de reconstrucción de un bolero sinfónico a lo Ravel impregnado con cadencias jazz-fusión empleadas de manera muy discreta. Cuando de repente surge un pasaje

más inquieto, las cosas pasan a una dimensión siniestra parecida a la que hallamos en algunos momentos clave de la suite (y en los primeros discos de Art

Zoyd). El bajo asume cierto protagonismo en la mezcla en medio del arsenal sonoro que lo rodea. La sección reposada que opera como breve epílogo para esta

pieza ofrece un tránsito seguro hacia el tercer y último tema del disco, ‘Trio "Lettre D'Automne"’. Se trata de un trío de cuerdas cuyo recurrente espíritu otoñal parece retratar un ambiente de reflexión y evocación. Los aleteos constantes a los cuales se someten las cuerdas exhiben una sensación de remezón

espiritual, pertinentemente enfocado en el impacto que la nostalgia crea en nuestra vida cerebral. Hay unos pasajes más calmados en los que el lirismo texturial reemplaza a la densidad explícita, creando de esta manera una momentánea aura romántica.

De este modo concluye “Musique Pour L’Odyssée”, tal vez la obra más etérea de Art Zoyd en cuanto al despliegue sonoro llevado a cabo y los arreglos empleados

para las ideas compositivas del repertorio. Este disco es una obra clave dentro

del desarrollo del movimiento RIO, y sin duda alguna, un punto de referencia crucial para entender la primera fase de este ensamble.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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