La Caja de Música Revisiones
de
discos
LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
Volver al índice
Suscripción
Qué es LCDM?
Discos
Bandas y discografías
Conciertos
Festivales
Entrevistas
Letras
Propuestas especiales

Pasaron por aquí ya
contador
"cajeros"



 STYX: ‘Pieces of Eight” (1987)

Temas

  1. Great White Hope
  2. I’m O.K.

  1. Sing for the Day
  2. The Message
  3. Lords of the Ring
  4. Blue Collar Man (Long Nights)
  5. Queen of Spades
  6. Renegade
  7. Pieces of Eight
  8. Aku-Aku

Integrantes

  • Dennis DeYoung: organo, pianos, sintetizadores, organo de fuelles, voz, coros
  • Tommy Shaw: guitarras, mandolina, autoharp, voz, coros
  • James Young: guitarras, voz, coros
  • Chuck Panozzo: bajo, coros
  • John Panozzo: bateria, percusion, coros

“Pieces of Eight” supuso para Styx un escalon mas dentro de su secuela ascendente de exitos comerciales: estilisticamente hablando, este disco muestra una reincidencia en la onda estilizada que el grupo habia logrado cultivar desde sus dos trabajos anteriores, aunque esta vez enfatizando un poco mas la preocupacion por el gancho rockero. Esto se muestra de forma netamente palpable en el tema de apertura ‘Great White Hope’ - escrito por Young e inspirado en la figura de la leyenda del boxeo de inicios del siglo XX, Jim Jeffries -, una pieza donde los riffs efectivos y los ritmos machacones hard rock arman un artificio atractivo, con la curiosa inclusion de una breve seccion en 5/4, marcada por el sintetizador, en el interludio. Mas adelante, Shaw nos brindara mas de este hard rock estilizado y pomposo en dos de sus composiciones mas famosas: ‘Blue Collar Man’ y ‘Renegade’. En lo personal, encuentro estos dos temas un poco reiterativos, como con ganas de explotar unos estribillos y arreglos corales hasta que no den mas, pero creo que tampoco hay que desmerecer el buen trabajo armado por Shaw y Young en las guitarras duales. Menos tirada hacia el rock y mas inclinada hacia un devaneo con el folk celtico, ‘Sing for the Day’ es otra cancion de Shaw que nos muestra una candida amalgama de mandolina y guitarras acusticas, sobre la cual el sintetizador DeYoung exhibe alegres florituras, en cierta medida, bajo la influencia de Wakeman. La pieza mas agresiva de DeYoung (al alimon con James Young) es ‘Queen of Spades’, un airado lamento casi metalero contra el vicio (drogadiccion o ludopatia, la letra es alevosamente ambigua en este sentido): los solos de guitarra y los adornos de sintetizador en la parte final sirven para realzar lo tetrico de una situacion asi. Como siempre, la dupla ritmica de los hermanos Panozzo se porta de excelentemente a la hora de sostener la garra rockera de sus tres complices.

Las piezas mas emparentadas con los canones habituales del prog sinfonico son ‘I’m O.K.’, la dupla de ‘The Message’ y ‘Lords of the Ring’ y la hermosa pieza homonima, todas ellas de autoria exclusiva de DeYoung. ‘I’m O.K.’ exhibe un clima rockero mas calmado que los de los numeros anteriormente mencionados: este alegato por la libre autodeterminacion encuentra un apropiado correlato sonoro en la solemne fastuosidad vertida en los pasajes de organo de fuelles (a la sazon, el organo de la Catedral de St. James, en Chicago). Mas explosiva, pero tambien menos lograda, es la secuencia iniciada por un soundscape masivo de sintetizadores (‘The Message’) y completada por el tema ‘Lords of the Ring’, inspirado en Tolkien: prefiero el ambicioso interludio instrumental a las partes cantadas. Pero ante todo perfiero la pieza homonima, la cual, a lo largo de sus 4 minutos y 50 segundos de duracion, contiene algunas de las lineas melodicas mas bellas que DeYoung haya compuesto jamas. Su pomposidad moderada y la elegancia con que se transita a traves de sus diferentes secciones la convierte, a mis oidos, en la gema del disco. A contrapelo con el aura optimista y celebratoria de ‘I’m O.K.’, esta vez DeYoung nos lleva hacia los rincones mas vulnerables del yo interior, unos rincones cuyas tormentas existencialistas no pueden ser apaciguadas por los bienes exteriores. Mientras los efluvios finales de piano (un poco a lo Rachmaninov con un toque de sutileza a lo Chopin) van concluyendo, emerge el etereo instrumental ‘Aku-aku’, compuesto por Shaw. Este instrumental cierra le disco al modo de una nana que se canta al corazon para que repose y recupere la alegria de vivir tras un merecido descanso: la manera en que los arpegios de las guitarras acusticas flotan bajo las retazos de piano y sobre los tenues colchones de teclado evoca muy bien esta urgencia por descansar hasta recibir un nuevo dia.

Si bien mi balance particular para “Pieces of Eight” es menos favorable que para su antecesor “The Grand Illusion”, es justo reconocer que se trata de un muy digno sucesor. El esplendor exhibido en los picos de este disco lo convierten en otra obra clasica dentro de la carrera de Styx.

Cesar Mendoza

[Dedico esta reseña a Chuck Panozzo y a la memoria de su hermano John]

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

ÿ