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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 RED ORCHID: "Blood Vessels & Marshmallows" (2011)

Temas

  1. Blood Vessels & Marshmallows (4:56)
  2. Release (6:50)
  3. Glass Woven Yarn (2:44)
  4. Silent Train (5:32)
  5. Astronomicon (7:04)
  6. Bitter Hands (4:11)
  7. White Mist, Black Widow (6:37)
  8. Drown With Me (4:29)
  9. Flabbergast Butterfly (10:52)
  10. Let Go; Jenni (7:02)

Integrantes

  • Sanmeet Sidhu: voz, guitarras, bajo, piano, sintetizadores
  • Tom Dupree III: batería

Formado a mediados del decenio pasado, el ensamble estadounidense Red Orchid es

básicamente un vehículo de expresión del guitarrista-teclista-compositor Sanmeet Sidhu. Su línea de trabajo se guía primordialmente por una focalización

psicodélico-progresiva de ideas melódicas sencillas y fáciles de seguir, incorporando elementos de post-rock y post-metal en el ínterin. Habiendo grabado en 2009 el disco debut "Sky Is Falling" con el formato de cuarteto, hoy

en día el grupo se preserva como dúo de Sanmeet Sidhu (canto, instrumentos de cuerda y teclado) y Tom Dupree III (batería), y es con este formato que el grupo ha grabado su segunda obra "Blood Vessels & Marshmallows", un disco bastante bueno que muestra a Red Orchid como una unidad musical ya madura.

El tema homónimo abre el disco con un tono contemplativo que establece un curioso punto intermedio entre Red Sparrowes y el estándar del Pink Floyd maduro: un recurso de apertura tan ceremonioso como contundente. "Release" sigue a continuación para bajar un poco el filo expresivo de la canción inicial

y orientarse hacia cadencias un poco más flotantes, aunque sin bajar un ápice de la magia rockera propia del grupo. El hecho de que el tempo sea en 7/8 y que

la cadencia rítmica tenga un groove ligeramente inspirado en el jazz-rock ayuda

a darle un aire de estilizada distinción a la canción, la cual tiende a compenetrarse con el modelo del "Ok Computer" de Radiohead. "Glass Woven Yarn" ofrece un puente sereno y minimalista hacia "Silent Train", pieza que nos muestra a la banda explorando su faceta nostálgica: su ambientación espiritual es relativamente semejante a la de "Release", aunque la presencia de un poderoso interludio sobre la misma barrera del cuarto minuto ayuda a generar un

instante de expectante densidad. La secuencia de "Astronomicon", "Bitter Hands"

y "White Mist, Black Widow" está a cargo de afianzar la propuesta sonora de Red

Orchid con incrementadas dosis de energía y sofisticación. "Astronomicon" establece una vigorosa confluencia de post-rock, post-metal y ambient donde la ilación de variados motivos y atmósferas se arma con pulcra agilidad. "Bitter Hands" comienza como una balada con base de guitarra acústica, situada a medio camino entre el Coldplay romántico y el Radiohead de "The Bends". La sección final deriva hacia una coda rockera a lo Porcupine Tree, lo cual sirve de puente hacia el inicial estallido de lava de "White Mist, Black Widow", el cual

refleja una genuina densidad emocional a través de su muy contenida vibración rítmica - las influencias de Isis y Red Sparrowes se dan una expresión frontal y pura. La secuencia espacial de sintetizadores con las que culmina "White Mist, Black Widow" abre la puerta a "Drown With Me", otra balada derivada hacia

un impulsivo cierre post-metalero: más allá de esta semejanza estructural con "Bitter Hands", nos parece que, en la comparación, "Drown With Me" goza de un amalgamado sónico mejor construido. Siendo el tema más extenso del álbum, "Flabbergast Butterfly" ocupa un espacio de casi 11 minutos que empieza con una

estilizada expresión de lánguida espiritualidad. A poco de pasada la barrera del cuarto minuto y medio, un swing tribal de la batería inicia el tránsito hacia una sección psicodélica cuasi-Floydiana empapada de aromas post-rockeros,

los mismos que terminan apoderándose del núcleo sonoro armado para la ocasión. De esta manera, se arma un frenesí electrizante que desearíamos que durara más,

pero la banda decide que pronto debe arribar una coda minimalista donde se exploran los rincones más misteriosos del estándar post-rockeros. Para el cierre del álbum, "Let Go; Jenny" brinda un expansivo momento de serenidad contemplativa al modo de una confluencia de Explosions In The Sky y Radiohead.

Con cúlmenes tan bien logrados como "Release", "Astronomicon" y "Flabbergast Butterfly", "Blood Vessels & Marshmallows" resulta genuinamente un disco que tiene mucho que ofrecer al amante del rock artístico. Red Orchid ha madurado solvente y fehacientemente como banda progresiva del nuevo milenio: esperemos que esta fuerza creativa siga constante en futuras ofertas fonográficas de parte de los Sres. Sidhu y Dupree y cualquier otro que tenga a bien unirse a su

misión artística.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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