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 NATHAN MAHL: “The Clever Use of Shadows” (1999)

Temas

  1. Without Words — 10.02
  2. Clever Use of Shadows — 10.20
  3. Orgasmik Outburst II — 2.42
  4. Machiavelique — 6.41
  5. Beyond the Rims of Despair — 9.16
  6. Something Like That — 8.23
  7. The Rubber Cage — 5.51
  8. Call To Arms — 9.08

Integrantes

  • Guy LeBlanc: teclados, voz, percusión
  • Jose Bergeron: guitarras, efectos, canto francés
  • Alain Bergeron: batería, percusión
  • Claude Prince: bajo

Colaborador – Paul Desgagne (saxos alto y tenor)

“The Clever Use of Shadows” es el segundo disco de Nathan Mahl, lanzado al mercado 15 años después del disco debut “Parallel Eccentricities”. Muchas cosas

pasaron en este prolongado ínterin: el guitarrista original dejó a la banda poco después de la edición del primer disco, el grupo se separó por un puñado de años antes de regresar sucesivamente en formatos de trío (sin guitarra), cuarteto y quinteto (con dos teclistas), hasta finalmente volver al formato familiar de cuarteto con un guitarrista y un teclista (el infaltable Guy LeBlanc). Las tensiones y desacuerdos no pararon ni siquiera en esta etapa de segunda luna de miel que tenía a Nathan Mahl con casi todos sus integrantes originales. Este disco está fuera de catálogo hasta ahora por causa de los desacuerdos con el recién ingresado y co-productor del disco Jose Bergeron (obsérvese este enlace http://www.waysidemusic.com/ProductInfo.aspx?productid=NMA%20009). Más allá de esta sensación de fragilidad e inconstancia que puede generar este relato de los eventos, el hecho es que “The Clever Use of Shadows” es un trabajo musical robusto y sólido, un ingenioso catálogo a cargo de una banda que estaba ad portas de inaugurar su segunda y más prolífica etapa.

El primer tema comienza con ruidos ambientales de caos bélico, dando pie a una intro ceremoniosa y fastuosa de tenor marcial. El desarrollo de la pieza es ágil y épico, marcado por una aproximación al sinfonismo desde una estrategia que combina un sentido melódico claramente definido y una vibración propia del jazz-rock. Esta pieza suena a una mezcla de Yes, Holdsworth y Gentle Giant. Hay

momentos pletóricos de energía en donde los solos de guitarra y órgano brillan con pleno fulgor, y hay otros en los que el grupo realiza esquemas sonoros un poco más sutiles: uno de ellos, que va entre el minuto 6 y el minuto 8’30, destaca por su elegante uso de desarrollos melódicos al servicio de una bucólica guitarra clásica que alterna factores renacentistas y fusionescos. El segundo tema tiene una cadencia más recurrentemente virada hacia lo lírico: se trata de la pieza homónima, la cual comienza con aires académicos muy elegantes, dando paso así a un cuerpo central dueño de un dinamismo patente, y sin embargo, convenientemente contenido. de todas maneras, hay algunos pasajes en los que la fuerza se apodera del escenario, dando pie a magníficos solos de Hammond y guitarra. ‘Orgasmik Outburst II’ retoma por unos 2 ¾ minutos un concepto jazz-rockero que había aparecido en el disco debut “Parallel Eccentricities”, creando así un ejercicio musical juguetón en su complejidad. ‘Machiavelique’ tiene un preludio renacentista bastante sereno antes de que el cuerpo central nos revele un magnético vuelo musical que parece un GG neurótico

al empaparse de corrientes sonoras a lo chamber-rock (algo parecido a lo que hallamos en los discos de A Triggering Myth). Al cuarto minuto y medio, el ensamble gira momentáneamente hacia una ambientación jazz-fusión bastante etérea, aunque no carente de energía patente (merced principalmente a la dupla rítmica), hasta que la sección final redondea eficazmente la idea global. ‘Beyond the Rims of Despair’ se adentra más en el prog jazzeado, estableciendo una mágica combinación de Canterbury (a lo Gilgamesh) con Weather Report. A pesar de su ambiciosa extensión de 9 ¼ minutos, el grupo elabora con pulcritud y prestancia las diversas secciones por las cuales atraviesa la pieza, variando

en intensidad y colorido de manera fluida. La presencia de un saxofonista invitado ayuda a llenar la paleta sonora. ‘Something Like That’ no hace mucho para variar el predominio de esquemas jazz-rock, pero sí logra acrecentar el ritmo y la intensidad del mismo: se trata de una pieza explosiva, con gancho y portadora de la elegancia estilizada que Nathan Mahl convierte en esencia propia. Hay pasajes en los que esta misma energía es suministrada a través de atmósferas más “sigilosas”, al modo de una cruza de Gordian Knot y Finneus Gauge. ‘The Rubber Cage’ viene en clave de una finamente extravagante cadencia de un jazz articulado con raras progresiones de acordes: la alternancia de balada rock con Latin jazz es ciertamente bizarra, pero por alguna razón que personalmente no logro entender funciona bastante bien. ‘Call to Arms’ ocupa los últimos 9 minutos del disco con unas atmósferas intensas que nos recuerdan muy bien a los temas 1 y 6. Se nota a leguas que el bloque de músicos quiere concluir el álbum con un fehaciente despliegue de energía. Con el ruido de protestas callejeras y un avión sobrevolando amenazante, el tema concluye pertinentemente.

Parece mentira que ya hayan pasado 10 años desde la edición original de este disco. Siendo como era un disco de retorno, es grato saber que Nathan Mahl volvió al ruedo musical con muchas ideas y dispuesto a invertir todo el vigor que tenía dentro de sí. Más grato es saber que el grupo sigue activo – realmente, ningún disco de Nathan Mahl tiene pierde para un genuino fan progresivo.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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