Temas

1. Vert
2. Dixie
3. Depuis l'Automne
4. En Pleine Face
5. Histoires sans Paroles

Integrantes

• Pierre Daigneault: flauta, piccolo, saxo soprano, clarinete
• Serge Fiori: guitarra, flauta, cítara, bombo, voz
• Serge Locat: piano, mellotron, sintetizador
• Michel Normandeau: guitarra, acordeón, voz
• Louis Valois: bajo, piano eléctrico, voz Colaboradora – Judy Richard (voces en 5)

Éste es uno de los discos más celebrados del progresivo quebequense por los coleccionistas estudiosos: “Si On Avait Besoin D'une 5ième Saison” es el segundo disco de Harmonium, ensamble que comenzó su trayectoria como un trío de formato de folk moderno, debutando discográficamente con un registro homónimo el año anterior. Si en su disco debut se vio clara la intención de sobrepasar los límites modestos de los estándares del folk-pop incorporando toques estilizados propios del art-rock y la música de cámara, ahora que Harmonium aumentó a quinteto, aprovechó también las potencialidades de una instrumentación más numerosa para atreverse a crear y arreglar ideas musicales más ambiciosas. A partir de aquí, la onda de Harmonium ya adquiere una tonalidad genuinamente progresiva, aunque claro está, enraizada sobre los ambientes bucólicos y las sonoridades cándidas de base folk.

Las cadencias envolventes de la flauta dan inicio al tema de entrada ‘Vert’ al modo de un sortilegio musical creado por criaturas primaverales: con la irrupción del motivo central, basado en un entramado delicado entre las dos guitarras acústicas y los dos pianos (acústico y eléctrico), el canto del trío Fiori-Normandeau-Valois asienta sus alegres evocaciones. Las cosas se ponen ligeramente más intensas con el solo de saxo, pero al poco rato volvemos a una retoma del motivo original. ‘Dixie’ es, tal como insinúa su título, una pieza basada en el dixieland, sencillo en su instrumentación, intimista como una ocurrencia de aldeanos en un momento inesperado de jolgorio, no como una orquesta en una fiesta de lujo. Con ‘Depois l’Automne’ tenemos el primer tema largo del disco. Sus 10 ½ minutos de duración exhiben un predominio de ambientes densos dispuestos para el arrobamiento melancólico: menciones especiales vana para las etéreas texturas de sintetizador que subyacen a los juegos de guitarras acústicas y piano durante la primera mitad, así como a la otoñal majestuosidad de las cortinas de mellotron que emergen en el intermedio para dirigir subrepticiamente las secuencias de fraseos de guitarra y las nebulosas líneas de clarinete. Harmonium no tiene la intención ni los medios para crear agresividad, pero vaya si no logran aumentar la fuerza expresiva en proporciones geométricas con su arsenal instrumental. Creo que ésta es la esencia nuclear del talento creativo de este quinteto: el saber explorar varias facetas de la emotividad humana y explotar diversos matices con una instrumentación consistentemente centrada en lo acústico.

La segunda mitad del disco comienza con ‘En Pleine Face’, una balada pastoral que reitera el predominio de lo melancólico, aunque esta vez se pone el énfasis en las cadencias dulces propias de la introspección meditativa en clave folk. Los últimos 17 minutos del disco están ocupados por la espléndida suite ‘Histoires sans Paroles’, una extensiva sucesión de parajes sonoros instrumentales (con excepción de algunos hermosos tarareos a cargo de una cantante invitada). Cada una de las secciones de esta suite porta una dosis desbordante de envolvente belleza. Tenemos pasajes marcados por líneas de duetos de flautas sostenidas por elementales cortinas de mellotron, así como otros en los cuales los teclados asumen el rol central en minúsculas apoteosis progresivas de corte intimista. También tenemos los pasajes en los cuales todos los instrumentos se integran en una arquitectónica equilibrada de evocaciones renacentistas, un solo de piano inspirado en el movimiento romántico que al poco rato se convierte en una serenata pastoral de ensueño. Los últimos ocho minutos están sostenidos sobre una base rítmica de tres cuartos, la cual da cobijo a una inmaculada ilación de cautivadores motivos melódicos, los cuales transitan desde lo misterioso hasta lo juglaresco, pasando por momentáneas cadencias de vals sinfónico y fuga barroca en el ínterin.

En perspectiva, podemos describir, para el oyente neófito, a este disco de Harmonium como un puente “involuntario” entre el Mike Oldfield del “Hergest Ridge” y el Anthony Pihillips de “The Geese & the Ghost” con abundantes sazones de la tradición pastoral centroeuropea. La música de Harmonium encuentra aquí una de sus manifestaciones más espléndidas, y por ello mismo “Si On Avait Besoin D'une 5ième Saison” queda como un tesoro imprescindible dentro de una buena discoteca progresiva.

César Mendoza