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 CLEARLIGHT: “Forever Blowing Bubbles” (1975)

Temas

  1. Chanson
  2. Without Words
  3. Way
  4. Ergotrip
  5. Et Pendant Ce Temps La
  6. Narcisse et Goldmund
  7. Jungle Bubbles

Integrantes

  • Cyrille Verdeaux: teclados, sintetizadores, mellotron, gongs, congas, glockenspiel
  • Bob Boisadan: teclados, sintetizadores
  • Jean-Claude D'Agostini: guitarras, flauta
  • Joel Dugrenot: voz, bajo
  • François Jeanneau: sintetizadores, flauta, saxo
  • Christos Stapinopoulos: batería, congas
  • Amanda & Ann: coro celestial
  • Gilbert Artman: batería, percusión, vibráfono, maracas
  • Christian Boulé; guitarra cósmica
  • David Cross: violines
  • Brigitte Roy: voz en 6
  • Bruno Verdeaux: sintetizador, congas

Éste es el verdadero segundo disco de Clearlight, puesto que el excelente trabajo “Delired Cameleon Family”, gestado antes, estuvo a cargo de un proyecto multi-grupal dirigido por Cyrille Verdeaux. Ahora, con “Forever Blowing Bubbles”, la propuesta de Clearlight tiene que asumir el reto de suceder a su impresionante disco debut de 1973 “Symphony”. En fin, la clave estilística de este disco que comentamos ahora tiene una raíz fácilmente reconocible como propia de la visión musical de Verdeaux, pero esta vez más alejado de los elementos sinfónicos que habían dado lugar a los momentos más fastuosos del disco debut, siendo así que ahora este ensamble se concentra en la profundización de las sonoridades cósmicas, y también en el desarrollo de cadencias y atmósferas de tipología fusionesca. La influencia del bajista Joel Dugrenot será muy fuerte en este punto de evolución del sonido Clearlight: proveniente de Zao, grupo surgido de las canteras del primer Magma, él será el máximo responsable de la intromisión del elemento Seúl en casi todos los jams. También cabe resaltar la participación de dos coristas habituales en la escena Canterbury (más específicamente, las Northettes de Hatfield).

Los sonidos sintetizados que claramente emulan burbujas reventándose en el aire conforman una pista recurrente antes del comienzo de cada pieza. ‘Chanson’ abre el disco en clave de balada progresiva guiada por el piano, mientras que al entrar de lleno el grupo, las cosas pasan por una serie de tránsitos entre secciones de tendencia pastoral y otras más intensas, algo así como si se estuviera trazando un híbrido entre la cadencia típicamente británica del sinfonismo en su faceta más señorial y el tenor progresivo más aguerrido de inspiración germana (muy a lo Wallenstein). ‘Without Word’ supone la primera instancia de familiaridad con lo hecho en discos anteriores, con esas secuencias básicas de sintetizador que van marcando la ambientación espacial del jam que se va gestando para soltarse en un efluvio cautivador. Algunos fraseos de piano hacen casi una cita del ‘Larks’ Tongues II’ de KC. La guitarra solista se manda con unos vuelos donde se combinan las influencias de Hillage y McLaughlin, añadiendo así un matiz de exaltación que opera como catarsis global para el bloque global de los instrumentos. A medida que la pieza se acerca el final, pasamos a una sección más reposada donde se repite la cadencia espacial inicial, aunque esta vez con efectivos adornos percusivos que apuntan a sutilezas tipo fusión. La dimensión jazzera se hace más explícita en ‘Way’, aunque también hay algo tremendamente espacial en el manejo sonoro de los aportes de los instrumentos y los ocasionales arreglos corales – en parte, me recuerda a los temas lentos y relajados de Embryo. Cuando las cosas aumentan en intensidad y colorido, volvemos a los cauces de la psicodelia, esta vez con una dosis extra de sofisticación y variedad bien desarrollada a través de los cambios de ritmo y ambiente. La última sección consiste en una reconstrucción de a ideología Magma bajo una orientación melódica: los solos de guitarra y violín fluyen en una combinación de misticismo e histeria hasta el alucinado fade-out que aumenta de velocidad por efecto de consola. Es muy posible que haya que considerar a ‘Way’ como la pieza estrella del disco.

‘Ergotrip’ da inicio a la segunda mitad con raros efectos cósmicos (más), los cuales sirven en realidad como una apertura al cuerpo principal, un medio tiempo de base jazz-rock y atavíos espaciales, los mismos que en los momentos más frenéticos vuelven a coquetear con el estándar del Seúl. También tenemos aquí otro delirante solo de violín, llegando casi a eclipsar a la primera guitarra en algunos momentos. Casi sin darnos cuenta, con una ligera variante el tono de la pieza se torna hacia el sinfonismo melódico: el saxo soprano se suma al colorido generado por los otros instrumentos solistas antes de llegar a la explosión cósmica con que empieza el siguiente tema, ‘Et Pendant Ce Temps La’. Éste es un ejercicio de zheul reinventado con densos pasajes cósmicos en los que el mellotron asume una presencia desafiante frente a los filudos solos de sintetizador. Este tema parece explotar más completamente el vigor pulsacional que la pieza precedente se había cortado tan abruptamente. ‘Narcisse et Goldmund’ es una balada pastoral adornada con ribetes románticos que se intercalan traviesamente en medio del revival barroco: el canto femenino es precioso, evocativo, mientras que la flauta revolotea inquieta como cuidando ella sola de la unidad del rico paisaje sonoro. ‘Jungle Bubbles’ es un viaje étnico psicodélico que se despliega en un vuelo ácido, exótico y vanguardista a la vez: acid-folk, en verdad. La edición de CD trae algunos bonus tracks, uno de ellos siguiendo por el sendero del acid-folk de marcado tinte tribal, mientras que otro apunta hacia elementos cósmicos tipo Gong.

“Forever Blowing Bubbles” es el inicio de la perpetua reconstrucción que Cyrille Verdeaux emprenderá después de la vibración única y peculiar que quedó encarnada en “Symphony”. Antes de retomar esta misma herencia con una segunda versión en el nuevo milenio. Clearlight se propuso la misión de utilizar la versatilidad como impulso de expansión, y es bajo esta clave que me parece que hay que entender a “Forever Blowing Bubbles” y “Les Contes du Singe Fou”.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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