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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 Festival de Gouveia (Portugal) mayo, 2009

Los días 1, 2 y 3 de mayo tuve la gran suerte de asistir (por tercera vez ya) a una nueva edición, la séptima ya (creo), del que sin duda es ya a estas alturas la cita más importante a nivel europeo del progresivo mundial.

El encanto de este pueblo de la portuguesa Serra da Estrela, la hospitalidad de sus gentes, la oferta gastronómica de comida casera y de calidad a unos precios por los que en Barcelona no te alcanza ni para el postre, y (por supuesto) la apuesta por la calidad de un director musical, Eduardo Mota, que cada año nos deleita con un cartel de bandas de todo el planeta por lo general y con contadas excepciones de un altísimo nivel, en algunos casos estratosférico. Mención especial para el apoyo institucional que año tras año recibe el Festival, qué envidia sana. El público del Gouveia Art Rock es un público fiel, que como un ejército de fieles convencidos año tras año peregrinan (peregrinamos) puntualmente a nuestra cita anual con la música que amamos. Una edición, por cierto, que ha hecho frente con éxito a la crisis al arriesgarse a pasar de dos a tres días, ignoro cómo habrá ido el tema económico pero el teatro os puedo decir que estaba lleno. Todos los conciertos (excepto uno, como ya os explicaré) gozaron de un magnífico sonido.

Este año tuve la suerte de estar acompañado por mi propia hija, Andrea, de 13 años, que insistió en vivir esta experiencia y ha acabado plenamente satisfecha y feliz por lo vivido y lo escuchado. Andrea crece y crece como fan de la música de calidad, de nuestra música, y como ser humano, y no deja de maravillarme cada día. Me acompañó en el viaje también mi amigo Jordi Castells, y ya en Gouveia tuve el placer de compartir la experiencia (ya por tercera vez) con el gran Pepe Mas acompañado esta vez de su amiga Ángela, formando un quinteto que compartió emociones, risas y sobre todo vitela, mucha vitela... y arroz con marisco ;-). Esta vez por desgracia el clan de los Rangeles, José Ángel y Víctor, prefirieron reservar energías para lo que se avecina en septiembre (RIO festival en Carmaux)... compañeros, se os echó de menos (aunque nos lo pasamos de puta madre igualmente, no os vayáis a creer ;-) ). Allí también nos encontramos, entre otras caras conocidas de quí y de allí, con los habituales Fran Macías y su pareja y otros entusiastas del sur de la península, el grupo habitual de Sinfomusic de Madrid, y además Carlos Plaza de Kotebel, a quien pude por fin saludar en persona.

Viernes 1

HOMENAJE A LARS HOLLMER

Esta edición del Festival se inició con un sentido homenaje al recientemente fallecido acordeonista Lars Hollmer, fundador y miembro de Samla Mamas = Manna (entre otras formaciones). El homenaje en vídeo contenía, entre otro material, un magnífico tema registrado en su actuación en el GAR de = 2005 junto con Miriodor.

OCTOBER EQUUS

Esta banda madrileña fue la encargada de abrir el Festival, y a fe que fueron dignos escuderos del mismo. Un quinteto sólido, con algunas influencias crimsonianas y vandergraffianas aunque no demasiado = evidentes como sucede con otras bandas de este corte, también del Canterbury y hasta diría yo que de bandas RIO eléctricas como Present. Piezas complejas = pero bien estructuradas, más asentadas en la solidez del grupo que en el virtuosismo de los miembros. Recibieron un cálido aplauso al final de = su set.

GATTO MARTE

Trío italiano de instrumentación clásica (contrabajo, violín y piano, además de

percusión ocasional por parte de dos de los miembros - o de los = tres, no recuerdo bien). Su propuesta musical abarca desde piezas de corte = clásico a cosas que podrían rallar en la opereta, por ejemplo, cuando añaden = humor a su interpretación. Como bien apuntó Jordi, se podrían emparentar = bastante bien con la Penguin Cafe Orchestra. Tuvieron una muy buena acogida por = parte del público, pero a mi se me fueron difuminando, ya que su música, = bella en la forma, en el fondo le faltaba algo de sustancia, como (para que me entendáis, no porque la propuesta fuese por esos derroteros) sucedía = con muchos discos de música New Age, y es que también conté con el = hándicap de comparar su concierto todo el rato con el que los magníficos Aranis ofrecieron el año pasado en ese mismo escenario, de forma = involuntaria, seguro que injusta -porque su música no se parece en nada a la de los belgas- pero inevitable. Y desgraciadamente para ellos, no resistían = la comparación. En definitiva, un buen concierto, sin más.

FOCUS

La noche del viernes nos deparaba el primer cabeza de cartel, los míticos Focus. La banda holandesa presentaba media alineación de "vacas sagradas" (el indescriptible Thijs van Leer, que los años han transformado en un voluminoso personaje de pelambreras laterales y grandes patillas blancas, gorra e inenarrables camisas floreadas con las que pasaría por guiri en su propio país, más Pierre van der Linden, increíble a la batería y mucho más en forma que baterías de corte y edad similar como el mismísimo Guy Evans) y la otra media de "jóvenes pormesas" (el bajista Bobby Jacobs, que cumplió con solvencia y discreción su papel, y el magnífico Niels Van Der Steenhoven, que ante la comprometida tarea de aportar a la banda el característico sonido de Jan Akkerman, aprobó cum laude, diría yo. Quizás sobre todo imitaba el sonido más limpio y bluesero de Akkerman, aunque también recordaba a Andy Latimer, y se echó un poco de menos la parte más ácida y jazzy del mítico guitarrista holandés).

Veamos, Focus suenan en 2009 exactamente igual que en 1973 (de hecho tenían un CD en directo a la venta y pensé "?para qué comprarlo, si ya tengo el "Live at the Rainbow?", tocan los temas de los 70, no han renovado su estilo... pero francamente, ni falta que les hace. Menudo concierto se descerrajaron. A pesar de que Thijs van Leer ha perdido por completo sus agudos y ahora cantando se parece más al monstruo de las galletas que a un tirolés, y de que más tarde caí en la cuenta de que no se había marcado ni medio solo con el Hammond (por cierto, toda las bandas disponían de un backline consistente en un magnífico órgano Hammond, un piano de cola - Steinway si es como otros años, no pude apreciarlo desde mi localidad - y una batería DW que sonaba estupendamente bien... vamos, que en ese aspecto la organización no se anda con chiquitas), sigue imponiendo su saber hacer al órgano y, eso sí, tocando la flauta magníficamente bien, aunque el peso musical recae básicamente en el guitarrista, amén de en un Pierre van der Linden en estado de gracia.

El set list fue casi el sueño húmedo de cualquier fan de Focus: Focus I, Focus II, Focus III, Sylvia, y mención especialísima para una monumental versión de Eruption con nuevas partes añadidas en plan uptempo de jazz (aunque eso sí, escatimando, como me temo sucede siempre dede tiempos inmemoriales, la bella "Euridice") y una parte central (la del solo del Akkerman) tocada con una emotividad tal que consiguió humedecerme los ojos.

Además de, naturalmente, Hocus Pocus. Tocaron alguna pieza de su nuevo disco que no desentonó, y en el lado no tan positivo situaría el tratamiento que dieron a su disco Hamburger Concerto, del que tocaron una versión a mi criterio nada convincente de la (en estudio) preciosa "La cathedrale de Strasbourg" más una de la obviable Harem Scarem (Hocus Pocus cubre de sobra el cupo de ese tipo de material) en la que además se les fue la mano con la profusión de solos. Si en lugar de esas dos piezas nos hubieran obsequiado con la suite que da título al disco, el concierto hubiese sido un 10 en toda regla.

En resumen, yo creo que Focus fueron uno de los triunfadores del festival, convenciendo hasta a los más escépticos de este tipo de retornos de bandas aparentemente finiquitadas.

Sábado 2

KBB

El día se iniciaba con un plato fuerte, los japoneses KBB liderados por su violinista Akihisa Tsuboy y curiosamente con el mismo bajista que Interpose+, la banda japonesa que se presentó hace una semana en el MAMFest y que sencillamente está a años luz de los que ahora nos ocupan (por cierto, uno de los rumores del festival, esperemos que cierto, es que KBB ya se perfila para la III edición del MAMFest. Otro rumor apunta a la presencia de los húngaros After Crtying en el GAR del año que viene). El concierto de KBB fue sencillamente sensacional, opinión creo que compartida por el 100% del público congregado. No domino mucho la discografía de estos nipones, hace un tiempo escuché un par de veces un disco que me pareció bueno pero en este mundo de sobrecarga de información quedó pronto sepultado, ya veo que cometí un error que he subsanado haciéndome in situ con su "Proof of concept", que espero disfrutar con calma. Un progresivo bastante Canterbury y hasta con toques de los álbumes más prog de Jean Luc Ponty (Imaginary Voyage y demás), junto con algo de la vertiente clásica del RIO que, todo mezclado, creaban un cóctel apetecible y de muy buen gusto.

Sin duda, uno de los sobresalientes del festival.

GORDON GILTRAP

La segunda actuación del día corrió a cargo de este veterano guitarrista británico, con una larga trayectoria, unas tablas de aquí a Cincinatti y habitual colaborador (como al día siguiente corroboraría) de toda la cohorte celestial de músicos del prog, el folk, el blues y todo tipo de hierbas.

Giltrap nos ofreció un simpático set lleno de ese humor británico tan irónico, con dos guitarras (una acústica y un laúd electrificado con el que se marcó, humorísticamente, unos acordes de Smoke on the water y de más cosas celebérrimas que ahora no me vienen a la cabeza) con las que ejecutó con su peculiar estilo (para que hagáis una idea aproximada, en líneas generales cercano a lo que hace Steve Howe en The Clap) temas que aunaban folk, blues y clasicismo. Un rasgo de especial interés de su actuación fue el empleo de diferentes afinaciones en la guitarra, quizás no una diferente en cada tema pero casi, y la facilidad y la rapidez con la que afinaba la guitarra mientras presentaba el siguiente tema como quien charla amigablemente con sus colegas delante de unas cervecitas. Quizás no fue una de las actuaciones más importantes a nivel musical del festival, pero hay que reconocer que el tipo es un auténtico crack.

VOLAP=DCK

Los franceses sirvieron el primer plato de digstión realmente difícil pero provechosa del festival. Liderados por el veterano batería Guigou Chenevier, y con la atípica formación cello-violín-batería-clarinete bajo (ignoro si hay de diferentes tipos, pero éste me pareció especialmente grande, más grande diría yo que un fagot, de un metro y medio de largo o así), la banda nos metió de lleno en los terrenos del chamber rock, en una propuesta absolutamente emparentada con Art Zoyd o Univers Zero. No en vano Chevenier era el batería de Etron Fou Leloublan, banda francesa que tomó parte en el festival RIO original celebrado en Londres en 1978. Música dura, angular pero muy bella y atractiva, no exenta de los arrebatos de excentricidad típicos de este tipo de bandas (como cuando tocaron un tema que acabó con los cuatro miembros del grupo gritando "Cocacola cocacola cocacola" o la grácil violinista japonesa de repente se transformó en medio de un tema en algo parecido a un luchador de sumo (delgadito, eso sí, pero la cara de mala leche era la misma) para "increparnos" en (supongo que) japonés.

El estilo de Chevenier a la batería es de todo menos típico; tocó casi siempre con escobillas o hot rods, no llevaba apenas platos excepto un par de campanas (platos "bell") y creo que un ride y quizás algún splash, y su estilo como "agarrotado" pero absolutamente grácil y brutalmente dotado técnicamente me recordaba en cierta manera a la forma "circular" de tocar de Chris Cutler, más que nada por su singularidad.

El concierto fue muy bueno también, disfrutamos mucho tanto Andrea (aún me hago cruces de que algo así le pueda gustar a una chica de 13 años, aún hay esperanza chicos) como yo, y naturalmente el resto de la audiencia.

CALIFORNIA GUITAR TRIO

El trío de guitarristas (curiosamente, ninguno de ellos californiano) nos ofreció una especie de suculento aperitivo de lo que a priori debía ser el concierto estelar del día y uno de los platos fuertes del festival, la actuación de los Stick Men de Tony Levin y Pat Mastelotto. De hecho las dos actuaciones no tuvieron solución de continuidad y estuvieron enlazadas por una versión conjunta de Larks' tongues in aspic part II.

En la primera parte de su actuación, el trío nos ofreció un repertorio consistente en el tipo de temas que solemos escuchar en los conciertos de este tipo de formaciones de la escuela Fripp, aunque yo diría que más decantada hacia la complementariedad armónica de las guitarras que en su época buscaba el dúo Rutherford-Phillips y que posteriormente podría apreciarse en los discos acústicos de Ant (naturalmente corregido y aumentado) que a los típicos tapices sonoros crimsonianos de los Crafties y otras formaciones de este pelaje. Durante la segunda parte de su set, nos deleitaron con tres versiones: la primera, enlazaba el principio y el final de la primera cara de Tubular Bells (en donde, como comentábamos en petit comité, se podía apreciar la belleza de la música compuesta por Oldfield sin el corsé de la, a nuestro juicio, mejorable instrumentación y arreglos del original); la segunda, un clásico, la sonata Claro de luna de Beethoven, y de postre se calzaron ni más ni menos que Echoes de Pink Floyd enterito.

Acertada elección de las versiones a mi juicio, para un magnífico recital.

STICK MEN

Los hombres de los palos (dos sticks Chapman y un par de baquetas en formación de Los Ángeles de Charlie - quien no me crea, que le eche un vistazo al cartel promocional) fueron sumándose al California Guitar Trio de manera escalonada para acabar ejecutando colectivamente LTIA pt. II como ya he comentado (una versión digamos que normalita, diría yo). Al trío, a priori uno de los platos fuertes del festival y de hecho cabeza de cartel de la noche fuerte, la del sábado, se le fue por completo la mano en la pimienta del sonido, arruinando el plato. El sonido fue infernalmente fuerte, francamente no comprendo cómo aguantaron los de las primeras filas porque yo estaba en la antepenúltima y era realmente molesto. Nos salvaron el tipo a Andrea y a mí los auriculares de los respectivos MP3 que llevábamos encima y que usamos a modo de protectores. Jordi aguantó estoicamente (e incomprensiblemente) la avalancha sonora, que no me extrañaría que a más de uno lo haya enviado directamente al otorrino (y no exagero).

La verdad es que el hándicap del volumen me estropeó por completo la apreciación musical de la actuación, transformándola en una auténtica decepción, dadas las expectativas potenciales. Vi a gente saliendo bastante cabreada del concierto porque no se habían enterado de nada debido a la ausencia total de matiz. Además, Levin no se lució apenas con su instrumento, metiendo alguna gamba incluso y pareciendo estar más interesado en lucir su dudoso talento como cantante en temas gamberretes más bien poco acertados e interesantes. Cuando por fin atacaron lo que muchos esperábamos, alguna versión de Crimson, lo hicieron sin demasiada fortuna, la verdad; Elephant talk fue la más destacable (con Michael Bernier imitando sorprendentemente bien a Adrian Belew en el digamos "recitativo" del tema), pero hacia el final del concierto se incorporaron los California Guitar Trio para tocar un Indiscipline que en efecto resultó de lo más indisciplinado, con el trío de guitarristas mirándose unos a otros repitiendo el riff del tema sin tener claro si allá mandaba Levin o Mastelotto a la hora de marcar los cambios. Vamos, que llega a estar allí tito Robert y los saca a todos del escenario a gorrazos.

En fin, por primera vez mal sonido (por culpa del exceso de volumen) en el GAR, una auténtica lástima.

Domingo 3

WORKSHOP DE GUITARRA EN LA BIBLIOTECA, A CARGO DE GORDON GILTRAP

El domingo por la mañana, como viene siendo habitual (el año pasado tuvimos mesa redonda nada menos que con Hammill, Evans y Banton, entre otros), se celebraba una jornada de encuentro, debate, etc entre fans y músicos, en un ambiente un poco más "de igual a igual", más humano (cabe decir que en general los músicos que asisten al festival de Gouveia son muy accesibles y se mezclan sin problemas con el público... bueno, hay las excepciones que supongo todos tenemos en mente jejeje). Entre el público una mezcla de músicos y público habitual (entre los que también había músicos "de incógnito"), que hizo que Gordon Giltrap exclamara lo extraño que era tocar para un público formado por grandes músicos. Este año la sesión constó de dos fases: en la primera, el musicólogo sueco Thomas Olsson, un habitual de Gouveia, profundizó un poco en la figura del homenajeado Lars Hollmer, con la ayuda del batería de VolapŸk, Guigou Chenevier, que había coincidido con él en el festival RIO de Londres, entre otras ocasiones. La segunda fase corrió a cargo de Gordon Giltrap, que básicamente nos ofreció una versión reducida de su concierto del día anterior, que si ya fue distendido y amigable os podéis imaginar en un salón de actos con 40-50 personas. Gordon contesto amablemente todas las preguntas que se le realizaron, y contó con la ayuda de Thijs van Leer, allí presente, quien sacó su flauta y se puso a improvisar con él (primero con la flauta, luego con un vaso que había en la mesa, luego con su legendario silbido) en uno de sus temas.

Thijs van Leer protagonizó sin duda la que para mi sería la anécdota del festival; resulta que Jordi, Andrea y yo llegamos un poco tarde, y al entrar había muy pocas sillas libres. Una de ellas estaba justo al lado de Thijs van Leer, de modo que yo me senté a su lado. Hasta aquí todo normal, pero cuando Thomas Olsson empieza a hablar de Lars Hollmer, al cabo de unos minutos empiezo a escuchar una respiración acompasada y como un rezongar que (afortunadamente) no llegaba a ronquido. Miro atónito a mi lado y en efecto, Thijs se había quedado dormido. Mi hija, que estaba sentada justo delante, se gira y mira la escena, también incrédula. Miro a mi izquierda, a ese lado tenía a un padre y un hijo adolescente que apenas podía contener la carcajada. Total que ni corto ni perezoso el padre saca la cámara, yo me inclino ligeramente para adelante y zas, foto al canto. Le dije que le daría mi email porque la quería de recuerdo, pero me dijo que la colgaría en su myspace (http://www.yspace.com/verdescampus).

La salva de aplausos por Lars Hollmer despertó al bueno de Thijs, que no sé si ya con la edad le pasa eso de quedarse traspuesto en todas partes o es que había tenido una "noche toledana", vaya usted da saber. Pareció sentarle bien la siestecilla, porque en pocos minutos estaba tocando la flauta al lado de Gordon Giltrap más fresco que una lechuga.

Tras el dúo flauta-guitarra, la cosa derivó hacia lo que casi siempre sucede cuando dos músicos se encuentran: un ir y venir de anécdotas y de "y sabes qué fue de fulanito?" en el que se contaron cosas interesantes. La anécdota vino cuando Gordon tuvo un pequeño lapsus y dijo "por cierto, yo una vez colaboré con el teclista de Focus, estoooo, cómo se llamaba aquél tío...." y Thijs van Leer, ante el murmullo general, levantó la mano burlón. A Gordon se le había hecho un puente cerebral con la asociación Focus-Vander Linden y la presencia de Thijs van Leer, rápidamente entre otro asistente y yo le apuntamos que quizás se refiriera a Rick van der Linden, teclista de Trace (y como ya se comentó en su día tristemente fallecido hace año y pico).

En fin, una mañana agradable y distendida antes de ir a la siguiente sesión de ceba, digooo a comer. Prueba de ello fue la despedida de Gordon Giltrap, empapada en su fino humor inglés: muchas gracias por vuestra presencia, magnífico festival, gran público, un país encantador, una villa maravillosa, una organización excepcional... se detiene, junta las manos en gesto de súplica y espeta un "Please, ask me back!" (Por favor, contrátenme para otra edición) que le salió del alma, creo yo.

KOENJI HYAKKEI

O quizás debería decir "las bestias pardas", "el tifón nipón", "el tsunami del Pacífico" o cualquier otro superlativo, aunque seguramente me quedaría corto para describir lo que estas bestias desplegaron encima del escenario.

Vaya concierto, vaya músicos, qué bestias todos, qué música tan compleja, difícil, bella y milimétricamente ejecutada. La proliferación de camisetas de Magma en el teatro cine de Gouveia lo presagiaban.

Las expectativas no eran demasiado halagŸeñas, yo no conocía nada de la banda (hace tiempo que decidí no documentarme antes de los conciertos de las bandas que no conozco, prefiero que me sorprendan y hacerme una idea en función de lo que me ofrezcan sobre el escenario que elegir mal el material y hacerme una idea equivocada basada sólo en su material de estudio) aunque había leído que se trataba de una banda Zeuhl. Pepe sí escuchó algo en el myspace, y por sus comentarios (suenan como Magma pero son tremendamente aburridos) deduzco que deben cesar inmediatamente al asesor de contenidos de su web, porque madre mía, cualquier cosa, pero aburrimiento, desde luego, no.

Zeuhl, sí, pero como base de partida. Con una personalidad propia, arrolladora y muy marcada. Ultramagma, les llamaría yo. La formación era la siguiente: bajo, teclados, saxo soprano, voz femenina y batería. La influencia de Magma se dejó notar sobre todo en la línea vocal, aunque la cantante me recordó más a Bjork que a Stella Vander o a Isabelle Feuillebois, más que nada por la diversidad de recursos (desde el chillido de cuello perfectamente controlado hasta la impostación de la voz), y en la típica agresividad del bajo, aunque faltaba el típico Fender Rhodes (aquí suplido por teclados digitales y piano acústico). Otro punto en común es el uso de un idioma inventado (no sé si Kobaian) y que el líder y compositor del material es el batería, Tatsuya Yoshida. Ya es curioso que los compositores de dos de los repertorios más intrincados e inspirados que he escuchado últimamente en directo (el de Magma y el de estos japoneses) sean bateristas. El saxo soprano también añadía un elemento diferenciador, a cargo de una japonesita que retozaba alegremente como si jugara al corro de la patata mientras extraía de su instrumento los más infernales sonidos y las escalas más endiabladas.

Escarbando un poco en el grupo, vemos que la cosa tiene su explicación; el tal Tatsuya Yoshida ha tocado con Samla Mammas Manna, es el batería del loco dúo (bajo/batería) Ruins y está considerado el heredero natural de Christian Vander (esto último no me sorprende).

A nivel musical yo creo que ésta fue la actuación más completa de todo el festival, y la respuesta del público estuvo acorde con ello.

DAEVID ALLEN'S UNIVERSITY OF ERRORS

El larguirucho ex-Gong se presentaba con su formación (guitarra-batería-bajo, voz y el ínclito a voz y guitarra) de la que nadie parecía saber muy bien qué esperar. La verdad es que visto y oído lo visto y oído, a mí francamente ni fu ni fa. Dejando a parte las humorística presentaciones que Allen hacía de cada tema (metiéndose con todo el mundo, políticos e iglesia incluidos), la música de esta formación toma elementos de la excentricidad psicodélica de Gong, algo del pop naïf de los 60 y bastantes rasgos filopunk, con un guitarrista que apareció en una especie de pijama de raso rojo y que se movía pegando guitarrazos como poseído por el diablo (se le desconectó el jack de la guitarra como unas cinco o seis veces), en claro contraste con una corista de pelo rojo oscuro con pinta y pose de monjita recatada pero con aspecto neopunk y que se limitó a subrayar algunas de las exclamaciones de Daevid Allen (quiero decir, cantar, cantar, lo que se dice cantar, no recuerdo que cantara en ningún momento). A decir verdad, los únicos momentos del concierto que me interesaron fueron cuando tocaron material de corte más psicodélico, pero como mucho fueron unos 10 minutos en total.

Mención aparte para la "extraña pareja" que conforma la sección rítmica de la universidad de los errores. Un excelente batería, absolutamente lastrado como un perro al que atas con una correa de dos palmos por un bajista simplemente nefasto, que cada vez que el batería intentaba ser creativo, se atrasaba y acababa perdiendo el compás irremisiblemente (pasó una y otra vez). Vamos, como si fuese un chavalillo principiante de grupo garaje de barrio. INcreíble para un grupo de este supuesto nivel. Sinceramente, su presencia en la banda me parece explicable sólo en términos de amiguismo.

En resumen, concierto obviable del que sacaría como conclusión que sólo con excentricidad no basta para dar un concierto.

IGREJA DE SAN PEDRO - RECITAL DE AKIHISA TSUBOI

El año pasado la organización del festival ya tomó la (inteligente) iniciativa de programar un concierto adicional en la iglesia del pueblo, abierto a todos, como manera de integrar a los habitantes de Gouveia en el festival y que lo sientan como propio (como digo, muy inteligente desde el punto de vista del apoyo institucional y "fáctico"). El año pasado fueron los Aranis en pleno, este año fue el violinista de KBB, Akihisa Tsuboy, con su violín eléctrico de cinco cuerdas y su "loopstation", más la colaboración al final del teclista de la banda japonesa, Toshimitsu Takahashi.

Del prometido repertorio de piezas clásicas (Bach, Mozart, etc) no hubo ni rastro, siendo sustituido por algunas versiones de temas de la banda en versión loop (ya sabéis, primero se graba una base que el aparato va repitiendo y sobre la que el solista puede improvisar, tal como hace entre otros Guillermo Cides) más algún material al principio que quizás sí fuese clásico (hubo un tema que me encantó y que al principio presentaba un pizzicato que me recordaba a música tradicional japonesa de koto y luego al sonido y la ejecución típicas de la viola de gamba (pensad en Jordi Savall).

En uno de los temas vi que mi hija se emocionó y derramó algunas lágrimas, cosa que como padre como imaginaréis me conmovió profundamente.

PREMIATA FORNERIA MARCONI

La legendaria banda italiana se presentaba en el escenario con algo de retraso para cerrar, con gran pesar de todos, el festival. La verdad es que nosotros tres nos lo pasamos pipa (yo salí con las manos enrojecidas de aplaudir y dar palmas), pero fue un concierto extraño. Puede que la fría respuesta del público (que inexplicablemente iba abandonando el teatro, entre un 20 y un 30 por ciento del aforo no acabó el concierto) desconcertara un poco a la banda, que se mostró un tanto fría a pesar de que Franz di Cioccio, todo corazón como siempre, intentó animar con discreto éxito al personal. Los comentarios escuchados al final (que si aburrido, que si temas pop, que si fallos del Mussida, etc) la verdad es que me entristecieron bastante, porque la PFM son una de mis debilidades y creo que no se fue justo con una banda legendaria y de este calibre. Vamos a ver, sí; tocaron Maestro della voce, Il pescatore, algún tema obviable de Fabricio de André y a lo mejor la jarana de la tarantela de E'festa incomoda a alguno que preferiría escuchar siempre música "que parece que te vayan a matar", que diría un amigo mío; Patrick Djivas no es precisamente el mejor bajista del mundo, auqnue el teclista que llevan cumnple sobradamente, se echa en falta el carisma y la voz de Flavio Premoli (por cierto, ?alguien sabe por qué no está y si es definitivo? A Tiana tampoco vino) pero si en un concierto en donde escuchas "River of life", "21st schizoid man" (en homenaje a sus inicios en donde como es sabido versionaban temas de Crimson), "La luna nuova", "La carroza di Hans", "The mountain", "Impressioni di setembre", "Harlequin", "Out of the roundabout", "Dove..

quando", "Dolcissima Maria" y alguna otra que seguro me dejo, un fan del progresivo se aburre, pues apaga y vámonos. Yo también me lo pasé de coña con los Koenji Hyrakkei, pero esto es otra historia y la PFM se merece un respeto, leñe. Sinceramente, creo que a veces los fans del prog nos la cojemos con papel de fumar, con perdón de la expresión. Además, hace tres años la gente parecía encantada con una propuesta tan para mi desubicada y vacua como la de Amon Duul en un festival en donde habían actuado Hammill, Alamaailman Vasaraat y Present, entre otros.

En fin, se llegó al final y al día siguiente, con pocas horas de sueño, viaje hasta Oporto y avión de vuelta a casa con la sensación de haber vivido (una vez más) algo único y encima esta vez con la enorme satisfacción personal de haberlo compartido con mi propia hija. Esperemos no faltar el año que viene bajo ningún concepto.

Para acabar, os dejo mi ranking particular de las actuaciones, de la que más me gustó a la que menos:

KOENJI HYAKKEI FOCUS KBB PREMIATA FORNERIA MARCONI VOLAP=DCK CALIFORNIA GUITAR TRIO OCTOBER EQUUS GATTO MARTE GORDON GILTRAP STICK MEN DAEVID ALLEN'S UNIVERSITY OF ERRORS

En fin, que viva el GAR, viva Gouveia, viva la música y viva la madre que nos parió a todos (bueno, a cada uno la suya, claro).

Ah, i visca el Barsa ;-)

Javi Herrera http://www.myspace.com/kantfreudkafka

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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