La Caja de Música Revisiones
de
discos
LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
Volver al índice
Suscripción
Qué es LCDM?
Discos
Bandas y discografías
Conciertos
Festivales
Entrevistas
Letras
Propuestas especiales

Pasaron por aquí ya
contador
"cajeros"



 SUPAY: “El Viaje” (2007)

Temas

Integrantes

  • Luis Proaño: guitarra, quena
  • Williams León: quenas, zampoña, quenacho, tarcas, toyo, cromática, percusión
  • Renzo Danuser y Felipe Asmat: bajo
  • Gustavo Valverde: teclados
  • Neto Pérez: batería, percusión

Tras el anticipo expuesto en un EP titulado igual que fue lanzado en marzo al mercado peruano en edición limitada, ahora llega el segundo CD de larga duración de Supay “El Viaje”. Presentado oficialmente en un concierto realizado en Lima el 25 de mayo, este disco redunda efectivamente en la valía artística que Supay aporta al escenario rockero de su país a pesar de no llegar a las grandes masas. El largo e interrumpido proceso de grabación y producción de este nuevo material se ha desarrollado sin afectar la unidad estilística del material, una unidad que se mantiene fiel en la mezcla fluida entre la versatilidad del rock complejo y la cadencia peculiar del folklore del Alto Ande. En todo caso, algo que podemos notar aquí (y que ya se había adelantado en el EP) es el reforzamiento de las vibraciones pesadas en las porciones rockeras y otro en las sonoridades etéreas que llenan los pasajes más propiamente étnicos: estos reforzamientos simultáneos, lejos de debilitar la unión entre ambas fuentes, ha revitalizado su comunión. A la hora de la edición oficial de “El Viaje”, Valverde ya no es miembro del grupo, y Danuser tuvo que alternar con Asmat su rol de bajista mientras iba acomodando sus planes personales en Europa; además León graba como único músico de la sección de vientos. Ninguno de estos avatares ha afectado directamente a la creación de energía y afiatamiento que tan bien se despliega a lo largo del disco. Las huellas rockeras se derivan del estereotipo del rock duro, el colorido pastoral de Jethro Tull, además de retazos de la magia sofisticada de Yes y la psicodelia estilizada del Pink Floyd 73-75.

El disco comienza con las coloridas evocaciones telúricas de ‘Ancestro’, un preludio que nos remite a la magia rara y cautivante de tiempos lejanos, ajenos a la maquinaria occidental emergente durante la Edad Moderna. ‘Alma’ y ‘Supay’ nos pone más al tanto del sonido aumentadamente robusto del disco, con un Proaño que sabe dar rienda suelta a sus tendencias blues-rock y heavy en los riffs y fraseos que lideran a los motivos de ambas piezas. Este liderazgo para nada opaca el clima de convergencia que impera en los diálogos entre los vientos y la guitarra mientras se van asentando sobre una dupla rítmica ágil y dinámica, siendo así que el bloque sonoro se completa eficazmente con los ornamentos, cortinas y ocasionales solos de teclado. De estos dos temas, ‘Supay’ es el más extrovertido desde el punto de entrada, mientras que ‘Alma’ comienza con una tendencia más introvertida que recién en el desarrollo empieza a mostrar las variantes ocultas “bajo la manga”. Creo personalmente que ambos temas meritaban expansiones mayores, pero sus 6 minutos y pico respectivos están muy bien aprovechados, de todas maneras. ‘Karavaloide’ nos remite a una línea de trabajo emparentada con la amabilidad del “world music”, mientras que ‘Ñan Quiska’ es un interludio que repite el motivo evocativo a los ancestros que había dado inicio al disco. Esta dupla permite al oyente tener un momento bucólico de reposada contemplación antes de que ‘Lejanía’ y ‘Resurrección’ nos muestren sus vendavales sonoros. ‘Lejanía’ porta una grácil agilidad que es aprovechada oportunamente por los vientos de León para desafiar a los guitarreos de Proaño en una pugna creativa por la posesión del protagonismo. El jam intermedio da espacio a un solo de bajo, mientras que el sintetizador marca la pauta melódica de la antesala al cierre, dándole un aire casi cósmico al asunto así como al clímax. Por su parte, ‘Resurrección’ asume una actitud más fiera, mucho más cercana a lo mostrado en ‘Supay’ pero trabajado con un ahínco más fervoroso. El trabajo melódico de ‘Resurrección’ está bien marcado, un punto álgido de este CD. Como lo es también el tema homónimo de cierre, el cual comienza con una sección rítmica en clave de bosanova y una quena que parece flotar literalmente sobre los ensoñadores colchones de teclado. Su desarrollo aterriza en un interludio tribal que no es sino la vía de entrada hacia un contundente efluvio psicodélico que nos encara ante las puertas del más allá, con todo su misterio imponente e inescrutable. ‘Supay’, ‘Resurrección’ y ‘El Viaje’ conforman mi trilogía favorita de este disco. Los temas restantes, ‘Guerrero’ y ‘Avanzando II’, completan el cuadro bicolor de la visión musical de Supay. El primero es un paisaje folklórico que se despliega a nuestros oídos como un pasacalle de espíritus añejos. El segundo, más que una continuación del tema ‘Avanzando’ perteneciente al disco debut, es como un breve “prólogo a la segunda edición”: una breve introducción en clave de blues pesado que se engarza con un breve solo de guitarra y un motivo de ‘Avanzando’. De hecho, este prólogo ha sido ejecutado en el escenario como introducción a ‘Avanzando’.

?Qué tenemos, en definitiva, aquí en “El Viaje”? Una apuesta de Supay por reciclar su propia esencia, dejándola intocada en su núcleo pero manejando su espectro sonoro con una mayor dosis de frescura y un manejo más directo de los contrastes. Si “Confusión” manifestó la amalgama entre lo progresivo y lo andino, “El Viaje” manifiesta una maduración individualizada en ambos factores para renovar su unión. Los pasos hacia delante de Supay son pasos de gigante en la escena rockera vanguardista peruana.

César Mendoza

_________________________________________________________________ MSN Amor: busca tu ½ naranja http://latam.msn.com/amor/

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

ÿ