La Caja de Música Revisiones
de
discos
LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
Volver al índice
Suscripción
Qué es LCDM?
Discos
Bandas y discografías
Conciertos
Festivales
Entrevistas
Letras
Propuestas especiales

Pasaron por aquí ya
contador
"cajeros"



 MONA LISA: “De L’ombre à la Lumière” (1998)

Temas

  1. Captif de la Nuit
  2. L'echiquier de la Vie
  3. Les Guerriers
  4. Passions
  5. Voyage Avec les Morts
  6. Souvenirs
  7. Quelque Part Sur Un Quai
  8. Les Noces de Cendre
  9. Comme Un Songe

Integrantes

  • Dominique le Guennec: voz, flauta
  • Guillaume de la Pilière: guitarras, flauta, coros
  • Alain de Lille: teclados, coros
  • Philippe Maury: bajo
  • Benoit de Gency: batería

“De L’ombre à la Lumière” es el título del disco de retorno de Mona Lisa, saliendo de la sombra del pasado para resurgir a la luz del presente (a fines del milenio pasado). Esta gesta es obra de Dominique Le Guennec con la complicidad de los músicos de Versailles. La simetría es apropiada a más no poder, pues Versailles asumió en los 90s el rol de resucitar la onda del prog “teatral” francés en medio del revival que experimentó el género desde diversos

frentes del orbe. Se nota, tanto por el tenor general de las composiciones como

por la naturaleza habitual de los arreglos, que este Mona Lisa renacido se orienta hacia las sonoridades desarrolladas en “Le Petit Violon de Mr. Grégoire” y “Avant qu'il Ne Soit Trop Tard”, pero también es verdad que el (ex-)cuarteto comandado por De la Pilière y De Lille ha sabido filtrar sus aportes en el ensamble, pues se puede notar que los músicos son los mismos que en su momento gestaron “Le Trésor de Valliesres” y “Blaise et Benjamin”.

‘Captif de la Nuit’ da inicio al disco con una expresión total de energía encapsulada en un compás no muy rápido. La melodía principal se explaya casi como una letanía, algo que aprovecha Le Guennec para cantar teatralmente sus líneas hasta llegar al arrebato final de risa sicótica ante la inminencia de la

muerte – una apertura excelente para el nostálgico de Mona Lisa. ‘L'echiquier de la Vie’ es una pieza más tirada hacia lo sutil, alternando pasajes moderadamente calmos con otros ligeramente inquietantes, es decir, trabajando con una diversidad de ambientes siendo así que cada uno de ellos es manejado sin el paroxismo que inundaba a la pieza de entrada. ‘Les Guerriers’ comienza con un aire ensoñador antes de centrarse en un pasaje más extrovertido: en todo

caso, hay una candidez melódica que atraviesa a toda la pieza. ‘Passions’ ahonda en la aureola melódica de la canción precedente, incluyendo un bonito solo de flauta en el intermedio. ‘Voyage Avec les Morts’ es el número más largo

del disco, con sus 10 ½ minutos de duración. Su esquema de blues-rock es manejado con sobriedad por la dupla rítmica; en los momentos instrumentales, la

guitarra y el órgano se alternan en un duelo medido, adecuado para el clima contenido que tiene lugar. Hay un par de paréntesis donde la intensidad se acrecienta, permitiendo así a la guitarra desplegar solos más extrovertidos de lo habitual. Para el fade-out, el sintetizador se une para añadir matices: no es una suite propiamente, sino un tema de concepción sencilla que se apoya en trucos de expansión. El talante blues-rock se perpetúa un poco en la más breve ‘Souvenirs’, canción férreamente conformada bajo el esquema de balada rock. Las

cosas pronto se vuelven a intensificar progresivamente hablando con ‘Quelque Part Sur Un Quai’, que es tal vez donde la faceta épica se desarrolla más cabalmente dentro de este disco. ‘Les Noces de Cendre’ es la única pieza compuesta íntegramente por Guillaume de la Pilière, y es justamente él quien asume en esta ocasión la función de primera voz – es un lento etéreo, típico de

cualquier disco de Versailles, y su aura flotante es tan cautivante que uno se pregunta si no pudo ser más largo que los 4 minutos que se le concede en este repertorio. El disco concluye con ‘Comme un Songe’, canción que recupera los ambientes creados por las canciones 2 y 3, incluso reforzando la calidez melódica del momento. Ha sido un largo trecho desde la exhibición de neurosis airada del primer tema, y resulta un buen efecto que el disco concluya con estas sonoridades más amables.

En conclusión, “De L’ombre à la Lumière” es un buen disco de retorno para un Mona Lisa radicalmente reconstruido – no llega a igualar los picos de creatividad plasmados en sus obras más notables de los 70s, pero sin duda logra

rescatar de manera eficiente y convincente los rasgos más saltantes del progresivo teatral francés tradicional. Buenas ideas, robustez performativa, coherencia estilística y lealtad a los estándares de un subgénero progresivo determinado: los ingredientes infaltables para un disco retro de calidad.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

ÿ