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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 MADRE ATÓMICA: "Ídem" (1986)

Listado de Temas:

  1. Punto Grafenberg (Fontana)
  2. Imágenes perdidas (Fontana)
  3. La capucha (Epumer)
  4. A tierra húmeda (Fontana)
  5. No importa el lugar donde estés (Fontana)
  6. Para Dino (Epumer)
  7. Remando y girando (Fontana - Morelli - Vadalá)
  8. Julia en primavera (Fontana)

Músicos:

  • Lito Epumer: guitarras Gibson 335, Ovation Nylon, Roland 700.
  • Juan Carlos "Mono" Fontana: piano y sintetizadores, percusión y bata en "Para Dino".
  • Guillermo Abel Vadalá: bajo eléctrico.
  • José "Jota" Morelli: batería Tama.

Con éste, mi primer aporte a LCDM, no tengo otra intención que rendir un humilde homenaje a uno de los grupos más importantes de la historia del rock instrumental argentino y que, por diversos motivos, editó un solo disco hasta la fecha, lo que lo ha transformado -sin ánimo de exagerar- en una banda de culto, muy a la altura de Crucis, Invisible, Alas y otros grandes de la década del '70.

Mencioné a éstos grupos porque Madre Atómica se formó entre 1975/1976, con Lito Epumer (22 años) en guitarras y dos adolescentes de 13 años llamados Juan Carlos "Mono" Fontana en batería y Pedro Aznar en bajo. Éste trío se movía casi en exclusividad dentro del circuito under porteño de aquellos tiempos, trayendo el buen parecer y criterio por parte de sus colegas, crítica especializada (Léase revistas Pelo y Expreso Imaginario) y público en general. A pesar de ello, según comentó "Mono" Fontana en una interesante entrevista radial en El Retorno del Gigante (www.elretornodelgigante.com.ar), no realizaron ningún registro sonoro oficial de toda aquella experiencia, lo cual dejó una deuda muy honda entre sus seguidores. La propuesta no duró mucho tiempo, ya que cada uno de ellos -gracias a la repercusión de éste combo- fue tentado a unirse a diferentes proyectos: Epumer pasó a tocar junto a músicos de fusión como Rubén Rada y Dino Saluzzi; "Mono" Fontana partió a unirse al interesante proyecto de Nito Mestre (Ex Sui Generis) llamado Los Desconocidos de Siempre; y Pedro Aznar fue llamado por Gustado Moretto a formar parte de otro grupo increíble llamado Alas -en reemplazo del bajista Alex Zuker- y que también dejó solo dos discos, también considerados de culto.

Según comentó Pedro Aznar alguna vez al rememorar aquellos tiempos, la banda escuchaba por entonces a Led Zeppelin, ELP, Gentle Giant, Frank Zappa y alguna otra cuestión progresiva que los cajeros, seguramente, podrán recordar dentro del panorama musical de la década del '70. Por ser instrumental, obviamente que la música demandaba del trío un compromiso sonoro muy cercano al power trío, aunque el "Mono" Fontana aclaró que la propuesta no apuntaba a ese lado.

Una década después la situación en el rock argentino era otra. Con la todavía recién nacida democracia, los músicos argentinos tuvieron nuevas posibilidades de expresarse. Por aquel entonces estos tres músicos (Principalmente Fontana) participaban a menudo del grupo de Luis Alberto Spinetta (Por ej.: escuchar su importante trabajo grabado en 1984 llamado "Madre en Años Luz", paso previo y necesario para entender el disco que aquí se comenta; prestar atención sobre todo al tema de Fontana, "Mula Alma"), hasta que el sello Interdisc les propone, al fin, grabar un disco bajo el nombre de Madre Atómica. Por aquel entonces Fontana se había dedicado a los teclados -Spinetta lo definió siempre como la "usina" sonora de su grupo-, y tanto a él como a Lito Epumer les gustó la idea, especialmente por la oportunidad de volcar toda la experiencia que venían desarrollando. Aznar, en cambio, se estaba dedicando de lleno a su carrera solista, luego de su paso por importantes agrupaciones como Serú Girán y el Pat Metheny Group. Con el anexo de por entonces dos jóvenes músicos, Guillermo Vadalá en bajo y "Jota" Morelli en batería (Anteriormente iban a participar el bajista César Franov -Jade- y el legendario baterista Pomo -Invisible y también Jade-, aunque no llegó concretarse), lograron grabar en Abril del '86 éste único registro, saldando una deuda de muchos años.

He oído y leído comentarios en donde se comparó éste trabajo con la música que Pat Metheny y su grupo venían desarrollando. Tal vez si escuchamos la guitarra de Epumer y los teclados de Fontana puede que haya similitudes tímbricas, aunque considero que la comparación es injusta. En éste trabajo hay varios elementos muy propios de la música de fusión argentina de aquél entonces y de ahora: rock, jazz, folklore, música ciudadana porteña y hasta pasajes sonoros propios de una película, todos conjugados en forma magistral por el ahora cuarteto en cuestión. Por sobre todo, se respira música instrumental original por donde se quiera, además de humildad y excelencia en todo el registro.

"Jota" Morelli da inicio a toda máquina con "Punto Grafenberg", con el grupo en pleno desarrollando una idea simple que Fontana se encarga de desgranar a mitad de tema. Epumer reafirma dicha idea original desde su eléctrica, mientras que Vadalá y Morelli demuestran que la base rítmica de éste combo es envidiable desde todo punto de vista. En "Imágenes perdidas", Fontana propone otro motivo para tranquilizarse desde el piano acústico, con ahora Epumer desarrollando sutilmente el planteo. El tándem Vadalá - Morelli relaja perfectamente el trabajo de la guitarra y del piano, convirtiéndose en uno de los puntos más altos del disco.

Después, Morelli dispara con "La capucha", tema donde casi no hay teclados -pero sí una doble batería, posiblemente del "Mono" Fontana acompañando a "Jota", aunque la carátula interna del CD no lo aclara-, dejando espacio a Epumer en un solo de guitarra mortal en el tema más rockero -casi metalero- del disco. Vadalá también descuella, aun cuando su aporte sea solo el de apoyar el trabajo de la guitarra. Calculo que así tiene que haber sonado la banda en sus tiempos de trío, una década atrás.

Otra vez viene la calma con "A tierra húmeda", un motivo a 3/4 de compás, muy parecido a una zamba o una chacarera, donde el piano de Fontana acompaña a una supuesta flauta: ?un sintetizador? ?O será una guitarra también sintetizada? Fuera de ésto, el clima de éste tema nos hace ver, más que nada, la amplia gama de recursos no solo sonoros sino rítmicos que éstos músicos son capaces de desarrollar. Una belleza.

La segunda parte de éste disco arranca con "No importa el lugar donde estés", y aunque a simple vista -o lectura- el título parezca complejo, la música trasluce perfectamente el sentimiento puesto en el mismo. Aun cuando Epumer toca poco y nada aquí, sus líneas marcan el espíritu y estructura del tema, donde Fontana pone todo el resto. Prestar atención a la batería de Morelli, cuya simplicidad y sutileza es digna de destacar. Vadalá es la pared perfecta donde el resto del equipo se apoya. "Para Dino", después, con Epumer en su acústica con una chacarera de su autoría, sencillamente otra belleza. Se comenta en la carátula que Fontana aporta con la batería, además de los climas puestos desde los teclados. El tema es muy sentido por momentos, pero con toda la sutileza puesta en manos maestras. Si el oyente no es habitué de escuchar música folklórica, tal vez éste tema haga cambiar su opinión. Vadalá, otra vez, aporta la justeza necesaria sin entrometerse, lo cual maravilla si se le presta atención. "Remando y girando", a continuación, se apoya en el tándem Vadalá - Morelli sobre el que Fontana desarrolla sus improvisaciones propias jazz-rockeras. ?Otra vez una guitarra sintetizada? Buena cuestión, aunque lo más importante es la justeza de la base rítmica en éste tema, otra vez increíblemente envidiable. !Lo que deben haber sido estos tipos tocando en vivo! Lamentablemente no tuve ese privilegio. El disco termina con una idea del "Mono" Fontana, "Julia en primavera", donde una simple melodía de piano es acompañada dulcemente por un colchón sonoro, enmarcando los graznidos de gaviotas que se escuchan de fondo.

Una delicadeza digna como broche de oro para éste único álbum.

El disco fue re-editado en 1994 en formato CD -del cual afortunadamente tengo un ejemplar- y luego no se lo volvió a ver en ninguna disquería de Argentina. Una verdadera lástima, dado el prestigio y la sonoridad que emergen de éste trabajo y, por supuesto, de sus músicos. El grupo se desbandó al poco tiempo de ésta grabación: Epumer siguió colaborando con diversos músicos del jazz y del rock, formando luego su propia banda (de estilo muy rioplatense, alejada de la propuesta de Madre Atómica); "Mono" Fontana continúa colaborando con L. A. Spinetta y ha editado dos trabajos solistas notables, siguiendo la idea desarrollada en "Julia en primavera"; Vadalá es el actual bajista -y pilar- de la banda de Fito Páez; y Morelli se dedicó a realizar trabajos de sesión, siendo en algún momento parte del grupo de Al Jarreau.

Queda entonces éste testimonio fiel, todavía único de ésta banda que, por supuesto, podría haber dado mucho más. Aunque la calificación es de un absoluto 10, creo que con eso no me alcanza.

Saludos a todos y, por supuesto, buena música.

Eduardo Norris (Rafaela, Santa Fe, Argentina)

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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