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 GARDEN WALL: “Towards the Silence” (2004)

Temas

  1. Please Wait... Forgetting...

  1. Caesura
  2. Luna
  3. Oxymoron
  4. Bottom
  5. 4
  6. Inadeguato
  7. Tome'
  8. Cursed Nature (For Caligola)
  9. Der Stille Entgegen

Integrantes

  • Alessandro Seravalle: voz, guitarras, teclados, guitarra e-bow
  • Camillo Colleleuori: batería
  • Raffaello Indri: guitarras, guitarra sintetizada
  • Pino Mechi: Chapman stick Colaborador – Alessandro Stornelle (guitarra semi-acústica solista en 8)

Con éste, su sexto trabajo discográfico, el combo italiano Garden Wall reitera y refuerza la vibración radicalmente metálica y perturbadoramente agresiva que ha convertido desde los tiempos de “Chimica” (y anticipado desde “The Seduction of Madness”) en su vía musical propia. “Towards the Silence” es un disco que irradia una magia frenética y oscura, pletórico de electricidad visceral, la misma que Seravalle asume como un sacerdocio a la hora de dirigir la línea musical del grupo. Sus tres cómplices operan juntos como una fuerza sonora compacta. Los múltiples e incesantes juegos de disonancias que son ejecutados por el trío de dos guitarras y stick se insertan dentro de unas coordenadas sonoras en las cuales confluyen el thrash metal, el crimsonismo, el doom, el RIO y el prog metal técnico, con un predominio (no absoluto) de lo metalero, dentro de la mezcla resultante. Imaginemos una cruza de Cynic, King Crimson noventero, Mr. Bungle, la faceta más compleja de Tool, más algunas sazones del aspecto más torturado de Present. El baterista Colleleuori mantiene un impresionante nivel de destreza y potencia a la hora de sostener los vendavales sonoros de sus compañeros y marcar los intrigantes cambios de ritmo que van emergiendo durante el camino.

El disco comienza con una breve introducción de stick y guitarra acústica titulada ‘Please Wait... Forgetting...’, la cual anticipa con sus extraños arpegios el clima perturbador que se va a extender hasta el final del disco. Las dos siguientes piezas, ‘Caesura’ y ‘Luna’, exhiben la marca de perturbación opresiva, hiriente e incandescente que opera como regla general: con sus duraciones de 8+ y 9+ minutos respectivamente, ambos temas crean y realzan vendavales metálicos estructurados sobre raras progresiones de acordes, riffs infernales y estructuras complejas. ‘Oxymoron’ tiene un inicio de psicodelia crimsoniana sutil, pero luego termina aterrizando en una de las secciones más salvajemente abstrusas del disco, como si el grupo quisiera tratar de sonar más a punk que a metal en los pasajes eléctricos. ‘Bottom’ es el tema más largo del disco, con sus 10 ½ minutos de duración: los pasajes más relajados se articulan bajo un esquema de jazz rock (a propósito, el guitarrista líder Indri aprovecha estos momentos para emular a Metheny), sobre cadencias rítmicas delicadamente armadas... y una vez más, las cosas se ponen realmente fieras cuando lo metalero entra a tallar. La sección final emite una onda de pop-rock psicodélico muy a lo “indie”. ‘4’ ofrece una recapitulación de los diversos matices predominantes que se hicieron presentes en los cuatro temas anteriores, incluso portando unos aires inconfundibles a lo King Crimson del “The Construkction of Light”: casi puede ser considerado como la canción emblema de “Towards the Silence”. ‘Inadeguato’ incorpora alternancias entre metal técnico y funky en su estructura rítmica, siendo así que el vendaval usual se atenúa de modo tal que el grupo concentra su polenta en la capacidad de mantener el momentum del ritmo contagiante y los duetos de guitarra. Algo similar sucede en el comienzo de ‘Tome’’ (el título original está escrito en letras griegas), pero las cosas pronto cruzan la frontera del thrash metal, una vez más. Y por enésima vez se reitera esto en ‘Cursed Nature’, aunque esta vez solamente como interludio de una pieza más tirada hacia el jazz-rock psicodélico – esta vez la primera guitarra absorbe la influencia de un Holdswroth. ‘Der Stellen Entgegen’ cierra el disco con tres minutos de soundscapes de guitarra sintetizada adornados con toques de piano, con lo cual se da un broche cósmico al disco: inesperado, e interesante también.

“Towards the Silence” es un disco contundente y fatal, una obra que reafirma la personalidad ya madura que Garden Wall vino gestando dentro del mundo progresivo por un espacio de doce años. Lejanos están los días del sinfonismo estilizado de “Principium” y de la fastuosidad de “Path of Dreams” – “Towards the Silence” encarna el sello propio de Garden Wall, por chocante que pueda resultar a varios melómanos progresivos. Y no es de extrañar, pues este disco está diseñado para ser chocante.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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