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 EXMAGMA: “Goldball” (1974)

Temas

  1. Marilyn F. Kennedy (2.30)
  2. Da Da (3.36)
  3. Adventures with Long S. Tea 25 Two Seconds Before Sunrise (2.53)
  4. Groove (4.53)
  5. Tango Wolperaiso (2.35)
  6. Jam Factory (For People Insane) (4.04)
  7. Habits (5.57)
  8. Dance of the Crabs (0.53)
  9. Greetings to the Maroccan Farmers (6.36)
  10. Last but One Train to Amsterdam (0.56)

Integrantes

  • Thomas Balluff: órgano, piano, piano eléctrico, clavinet, flauta, trompeta, efectos
  • Fred Braceful: batería Sonor, percusión extraordinaria
  • Andy Goldner: bajo, guitarra, saxo alto, efectos

Segundo disco de Exmagma, “Goldball” muestra a una banda menos dispuesta a mostrar frontalmente su manejo filudo del jazz-rock experimental para concentrarse en sonoridades más dosificadas en su energía. Eso sí, el talento y

el dinamismo propio de un ensamble bien afiatado siguen funcionando a tope. En todo caso, a veces lamento que las piezas no sean más extensas: por ejemplo, los temas segundo y tercero, que están entre los más explosivos de todo el disco, no cuentan con espacio suficiente para explayarse en desarrollos que posiblemente hubiesen llevado a clímax estupendos (al estilo de Dzyan, Embryo o

Agitation Free, por ejemplo). Por otra parte, miembros del grupo han confesado en fuentes de Internet que Exmagma no solía ser una banda que gustara mucho de sonar excesivamente complicada, por lo que teniendo en cuenta esto, las restricciones de tiempo tienen sentido.

El jam medio funky que conforma ‘Marilyn F. Kennedy’ da inicio al disco con una

vibración positiva y juguetona, antes que las exhibiciones de improvisación controlada, cambios de ambiente y juegos polirrítmicos de los dos siguientes temas, ‘Da Da’ y ‘Adventures with Long S. Tea 25 Two Seconds Before Sunrise’ inserten climas más densos y estructuralmente desafiantes dentro de esta experiencia estética. Si el tema 1 mostraba a Exmagma en una actitud afín a la vertiente más psicodélica del Canterbury (entre Egg y el Soft Machine pre-Elton

Dean), ‘Da Da’ y ‘Adventures with Long S. Tea 25 Two Seconds Before Sunrise’ exhiben una mayor cercanía a las tendencias de jazz vanguardista manejadas por nombres tales como Return to Forever y Weather Report, siempre con sus adornos tipo “free form” que no eran poco comunes en el ámbito krautrock. A propósito, el extravagante nombre del ítem Long S. Tea 25 era un sobrenombre para el LSD:

cosas como ésta no deben extrañarnos en relación con la música experimental de los 70s, especialmente en una escena musical tan combativamente lisérgica como la alemana. ‘Groove’, aunque tiene un esquema más simple, se hace debido eco de

la densidad que ya se ha instalado en el ambiente: se trata de un jam jazzero en clave de soul, semi-lento, con una guitarra rítmica constante que sostiene el peso de los efluvios del piano eléctrico, el órgano y la guitarra solista, mientras que la batería y múltiples percusiones de Braceful aportan intensidad contenida y retazos de color. ‘Tango Wolperaiso’ es una pieza bastante curiosa:

muestra a los tres miembros de la banda alternando posiciones con la guitarra, el piano eléctrico y la batería sucesivamente, sin juntarse en un trío debidamente puesto. La gracia es que con cada nuevo turno se incrementan las mezclas (guitarras superpuestas, efectos psicodélicamente raros de órgano, percusiones extra), terminando con cánticos farsescos emanados por los tres. Un

simpático juego progresivo. ‘Jam Factory (For People Insane)’ nos devuelve al juego de complejidades que ya había funcionado tan entusiastamente en los temas

2 y 3, solo que esta vez el énfasis está en la pura psicodelia (entre Syd Barrett y el primer Gong), y realmente funciona para darle una genuina intensidad a la pieza a pesar de no contar con un compás muy veloz que digamos.

Si en algún lugar debía Braceful mostrar su maestría percusiva sin ninguna clase de tapujos, ésta es la ocasión.

‘Habits’ es más parecida al delirio musical propio del krautrock: tiene mucho parentesco con el Amon Düül II de “Yeti”/ “Tanz der Lemminge” y Agitation Free.

‘Dance of the Crabs’ nos devuelve a la soltura propia del jazz-rock estadounidense… !pero solo se trata de un interludio de 50 segundos! En fin, si

‘Habits’ nos remitía de lleno a la psicodelia krautrock, ‘Greetings to the Maroccan Farmers’ ahonda en esta vertiente con su penetrante exploración en improvisaciones de formas libres. Aunque el título hace alusión a cosas exóticas, la verdad que esta pieza es pura improvisación que inventa sus coyunturas a lo largo del camino sin apoyarse en estructura ni definición alguna – otro referente de cercanía con Amon Düül II. La fineza de Balluff al piano de cola es magistral, como magistrales también son los golpes percusivos que crea Braceful, entre tribales y cósmicos. ‘Last but One Train to Amsterdam’

es otra breve pieza jazzera de msnos de 1 minuto que cierra el disco, esta vez con una agilidad ingenua a lo Canterbury: no hubiera estorbado en un disco de Hatfield o Caravan. Simpático cierre, pero con una duración frustrantemente efímera.

En fin, tenemos aquí un disco excelente que hará las delicias especialmente de los aficionados al krautrock de línea jazzera así como de aquellos aficionados al jazz de vanguardia en general. Exmagma es todo un grupazo de los 70s cuyo legado debería, en verdad, ser más apreciado – en todo caso, para eso están (estamos) los coleccionistas…

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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