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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 CABEZAS DE CERA: “MetalMúsica” (2004)

Temas CD1 “MetalMúsica”

  1. Fundición
  2. Armatoste
  3. Nocturno Incandescente
  4. Kieri
  5. Espejismo
  6. Milagro
  7. Mutación
  8. Indomable
  9. Destiempo
  10. Enjambre
  11. La Piedra Feliz

CD2 “Aleaciones Aleatorias”

  1. Correr y Caer
  2. Cazador de Ballenas
  3. El Rito Guerrero
  4. Tornado
  5. Del Nois al Nais
  6. Telarañas
  7. Banda Sonora Para un Cuento
  8. Moviendo el Vote
  9. Para Mercedes

Integrantes

  • Ramsés Luna: flauta, clarinete, saxo, zurna turca, wind midi, voz
  • Francisco Sotelo: armatoste, batería acústica, tricordio, metales de lluvia, tambor kitai, arpa de 8 y 12 cuerdas, pads electrónicos
  • Mauricio Sotelo: jarana prisma, guitarra de 12 cuerdas, stick, tricordio, charrófono, arpa de 12 cuerdas
  • Edgar Arrellín: diseño de audio

“MetalMúsica” es el tercer trabajo discográfico del innovador grupo mexicano Cabezas de Cera. No se trata tanto de un disco doble concebido como una unidad,

sino de dos discos concebidos de manera distinta que pasaron a ser editados en un solo ítem. De hecho, el volumen 1 se titula “MetalMúsica” y el volumen 2, “Aleaciones Aleatorias”. El primero de estos volúmenes consiste en una serie de

piezas generadas y arregladas a partir de una instrumentación muy peculiar, donde predominan instrumentos inventados por los músicos mismos. El segundo volumen consiste en una serie de piezas creadas por el grupo (o uno de los músicos) a lo largo de cierto lapso de tiempo, siendo así algunas de ellas estaban destinadas a formar parte de eventos culturales, etc. MetalMúsica es, a

la sazón, el nombre de un proyecto académico de invención de instrumentos dirigido por el baterista-percusionista Francisco Sotelo. Más información sobre

el doble esquema manejado por Cabezas de Cera para este proyecto se encuentra en su página web (enlace:

asdecera.com.mx/index.php/option/content/pcontent/1/task/view/id/26/Itemid/52).

Otro dato interesante es que a partir de este disco se hace “oficial” la conformación de CDC como cuarteto, pues el sonidista de la banda pasa a quedar en los créditos como un miembro efectivo del grupo.

El volumen de “MetalMúsica” comienza con ‘Fundición’, un alucinado vuelo musical que bien parece influido por Trey Gunn o Upper Extremities, es decir, se trata de una ingeniosa fundición de vanguardia y rock-fusión suavemente sazonada con elementos electrónicos. ‘Armatoste’ pasa a un registro más onírico, pero no yendo a lo ensoñador sino a lo misterioso, con esos diálogos armados entre el stick y el armatoste (mezcla de cuerda y percusión), mientras que el wind midi elabora una fluida retahíla de efectos de sonido. Para la segunda mitad, el grupo pasa a una sección más tirada a lo jazzero, más específicamente, al free jazz. ‘Nocturno Incandescente’ es un breve pasaje étnico inspirado en ambientes arabescos, bastante conveniente para contrarrestar la elegante tensión enarbolada por las dos piezas precedentes. ‘Kieri’ y ‘Milagro’ son piezas muy delicadas, armadas con material sonoro onírico, mientras que ‘Espejismo’ supone un sereno retorno a las aguas de la fusión de inspiración arábiga. ‘Mutación’ es un jam rockero articulado con una engañosa simplicidad, mientras que ‘Indomable’ refleja un espíritu contemplativo (a pesar del título) – ‘Indomable’ cuenta con un interesante manejo de sonidos cibernéticos a través del wind midi, mientras que la batería y el charrófono arman una base sólida para el desarrollo temático. ‘Destiempo’ plantea una combinación de lo onírico con lo étnico, portando una energía tan patente como controlada. Esto asienta una catapulta para el siguiente tema, ‘Enjambre’, pletórico de matices y polenta hasta igualar a ‘Fundición’ en ciertos pasajes. ‘La Piedra Feliz’ cierra el disco al modo de una reflexión crepuscular, con el arpa de 12 cuerdas (tocado por el baterista) asumiendo el protagonismo.

Pasemos ahora a “Aleaciones Aleatorias”. ‘Correr y Caer’ empieza con una inaudita mezcla de psicodelia free-form y ska, antes de pasar al segundo motivo, desarrollado sobre cadencias etéreas fluidamente sostenidas por los vuelos del saxo, y con ciertos sabores étnicos provistos por las percusiones de

turno. ‘Cazador de Ballenas’ ahonda en lo etéreo con una actitud más ensoñadora, siendo así que los instrumentistas ponen su empeño por recrear ingeniosamente las atmósferas oceánicas aludidas en el título. La compenetración entre los músicos es tan sólida que la irrupción de pasajes patentemente enérgicos resulta mágicamente fluida. Definitivamente, éste es un pico del volumen 2. ‘El Guerrero’ sigue fiel a la senda de experimentaciones étnicas arábigas con matices de jazz-fusión, algo muy presente en “Cabezas de Cera” y “Un Segundo…”. ‘Tornado’ tiene un lirismo muy especial, lo cual hace sonar engañosas las imágenes catastróficas del título: parece casi RIO, pero tiene también mucho de las cadencias hipnóticas del jazz-fusión en su faceta evocativa, hasta llegar a la sección final donde emerge la influencia del KC ochentero. ‘Del Nois al Nais’ es todo un desafío a las nociones comunes de estructura musical: hay mucha influencia de la música concreta y la cámara electrónica en su prólogo, y luego, en el cuerpo central, entrar a tallar ambientes flotantes retocados a partir del estándar del space-rock, mientras que la sección rítmica asume cadencias de inspiración jazz-rock. Esta pieza no solo conforma otro tope del volumen 2, sino que supone también un manifiesto de

nuevas e insólitas direcciones musicales hacia las cuales se proyecta CDC para hacer evolucionar su inquietud vanguardista. Este tema no es precisamente violento, pero sí resulta inapelablemente perturbador. Los temas 6–8 constituyen sendas piezas solistas a la guitarra (Mauricio Sotelo), vientos electrónicos (Ramsés Luna) y percusiones varias (Francisco Sotelo). La libre expresión improvisacional o el manejo de timbres rítmicos, dependiendo del caso, regula el desarrollo de estas pequeñas aventuras individuales, las cuales

sirven de antesala a la pieza de cierre ‘Para Mercedes’. Este tema ocupa los últimos 13 ¾ minutos del disco. Las influencias del crimsonismo ochentero no se

ocultan, pero en ningún momento CDC recurre al truco de la clonación. De hecho,

el empleo de ambientes cósmicos y vibraciones étnicas ayudan bastante al ensamble a mantener con peculiar frenesí el criterio de originalidad. El clímax

casi tribal de ‘Para Mercedes’ hace que el disco concluya con un tenor excitante. Cabezas de Cera es un referente necesario para entender el mundo actual del rock vanguardista, y por supuesto, es un ítem puntero dentro del rock progresivo-o-experimental del continente latinoamericano.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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